Un díficil 'caballo de Troya'
Apuntes
Número 197
La Universidad Politécnica de Valencia es un caballo de Troya difícil de manejar. Con más de 34.000 personas -entre profesores, alumnos y personal de administración y laboratorios- y un presupuesto de funcionamiento que duplica el de un Ayutamiento como Castellón, con 228,4 millones de euros. A esto se suma, el hecho de que la UPV es la cuarta universidad española por volumen de generación y contratación de I+D, lo que ha gerenado expectativas entre instituciones financieras como el SCH, Bancaja o la CAM para promover la creación de empresas de base tecnológica en los 140.000 metros cuadrados edificados en la Ciudad Politécnica de la Innovación, además de los 20.000 que la Consejería de Empresa pondrá a disposición del campus de Valencia, para que se instalen empresas que quieran innovar. Dos campus, más en Alcoi -antigua capital del textil, depauperada hoy por la decrepitud industrial que sufren las comarcas centrales valencianas- y el de Gandia, donde el Ayuntamiento está dispuesto a cofinanciar proyectos de ampliación para implantar nuevas titulaciones, áreas científicas o de congresos.
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