Lección de estética

Estrenar junto a los clásicos tiene riesgos y ventajas. Las piezas de Cassadó -Suite- y Montsalvatge -Sonata- están bien hechas, vuelan corto pero con soltura. A su lado, las nuevas obras de Jesús Rueda -Love songs- y Jesús Torres -Glosa- demuestran también, no faltaba más, oficio, pero le suman libertad. Rueda decide aquí escribir lo que le pide el cuerpo, irse a por la emoción. Y ahí está: emotividad lírica, línea cantable, carne y espíritu, belleza. Torres cumple con el título de su obra, desarrolla la idea, la lleva y la trae con una facundia que desemboca en una implacable apoteosis rítmica. Las hermanas Stefanovic sirvieron muy bien este paseo por el violonchelo español y, como es natural, se divirtieron más con lo nuevo que con lo viejo. Un concierto de sábado por la mañana que acaba siendo una lección de estética.