Vecinos del Carmel colapsan los accesos a Barcelona
Zapatero ofrece ayudas a los afectados y Maragall anuncia un plan para rehabilitar el barrio
Lo que al principio debía ser sólo una concentración de apoyo al millar de vecinos desalojados de sus viviendas en el barrio del Carmel de Barcelona a causa de los socavones de las obras del metro se convirtió en una manifestación de más de dos horas en la que no menos de 2.000 personas cortaron el túnel de La Rovira y el acceso a la ciudad por la Ronda de Dalt. Mientras los vecinos protestaban, el presidente catalán, Pasqual Maragall, se reunía con representantes de los vecinos y comerciantes del barrio, y anunciaba un plan de rehabilitación integral del barrio que implicará a la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona. Y, desde Madrid, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero expresó a ambas instituciones "la plena disposición del Gobierno a ayudar", sobre todo para "atender a las familias afectadas".
Pese a las promesas, y en un clima de creciente indignación, los vecinos exigieron responsabilidades a las Administraciones y a los ingenieros encargados de planificar la obra, tras una pancarta que reclamaba Vivienda digna para todos. Varias ancianas se situaban en las salidas de la calzada y se sentaban en los capós de los coches mientras los más jóvenes cortaban el tráfico.
Los accesos a Barcelona por la Ronda quedaron colapsados durante más de una hora, con retenciones de hasta cinco kilómetros. La intención inicial de los organizadores, la Asamblea de Jóvenes de Horta-Guinardó, era concentrarse a escasos metros de la zona afectada por los hundimientos. A lo sumo, se hablaba de cortar el túnel de La Rovira. Pero, de forma espontánea y cívica, los vecinos fueron avanzando hacia las Rondas. Nadie salió bien parado de sus protestas: ni las Administraciones ni la asociación de vecinos, a cuyos miembros acusaron de no haber actuado con más premura. También se pidió la dimisión del alcalde, Joan Clos. A Maragall le llovían las reivindicaciones de vecinos y comerciantes del Carmel. "Queremos un final feliz, dentro de la infelicidad", resumió a modo de paradoja Fernando González, representante de los vecinos y afectado. "Le pedimos que los bancos no descuenten los recibos de la luz, agua y gas que no se consumen", añadió.
Maragall les informó que ha gestionado ayudas adicionales a las ya aprobadas por el Gobierno catalán ante la UE y del Gobierno central, y se comprometió a tramitar un plan integral para el barrio. Entretanto, los técnicos continuaban ayer los preparativos para inyectar cemento armado al túnel construido.
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