Holanda exigirá a los inmigrantes un examen de formación cívica

El primer plan de formación cívica para inmigrantes no europeos que aspiren a instalarse en la Unión Europea (UE) acaba de ser presentado por la ministra holandesa del ramo, la liberal Rita Verdonk. Concebido como un examen en dos partes -la primera, teórica, sobre la sociedad holandesa, su historia y costumbres, y la otra, de lengua-, deberá ser aprobado por todos los aspirantes a un permiso de residencia en los Países Bajos.

Las pruebas están pensadas sobre todo para ciudadanos originarios de Marruecos, Turquía y Surinam (antigua colonia en el Caribe), y tendrán que efectuarse en la embajada de Holanda abierta en dichos países. Para evitar fraudes, serán tomadas las huellas dactilares del candidato en cuestión. El Ministerio de Inmigración calcula que se necesitarán entre 250 y 350 horas de estudio para salir airoso de una prueba que costará 350 euros. Aunque la misma puede repetirse cuantas veces sea necesario, el inmigrante tendrá que abonarla siempre de su bolsillo.

Para preparar bien el examen, el Gobierno holandés brinda asimismo, por 45 euros, un vídeo de 90 minutos de duración donde expone la situación política y social del país. La información combina datos como el de la nubosidad -la más abundante de Europa- con el de que Holanda es una democracia contraria a los crímenes de honor y la violencia doméstica. El funcionamiento del Parlamento y el hecho de que hablar el idioma y encontrar un empleo otorga plenos derechos al inmigrante son también subrayados en la cinta. En el apartado dedicado a sintaxis de la lengua se añaden dos versiones sobre textos ya elaborados en correcto holandés.

14.000 personas al año

Los exámenes se efectuarán en cualquiera de las 140 misiones diplomáticas holandesas abiertas en países fuera de la UE. Verdonk calcula que cerca de 14.000 personas al año podrían presentarse a una prueba que, en su opinión, "demostrará que el inmigrante quiere invertir algo en su intento de establecerse en Holanda". La ministra defenderá el proyecto la próxima primavera ante el Parlamento, donde una amplia mayoría se muestra a favor de formar al ciudadano no europeo en los valores de la sociedad holandesa antes de su llegada.

La preparación de los imanes en Holanda, el otro plan estrella del Gobierno para promover la integración de la comunidad musulmana, ha despertado recelos entre sus miembros. La Universidad Libre de Amsterdam ha recibido una subvención de 1,5 millones de euros para poner en marcha un curso de posgrado destinado a los guías religiosos del islam. Con ello se trata de evitar que prediquen en las mezquitas holandesas los recién llegados de Turquía, Marruecos, Siria y Egipto.

El denominado Grupo de Contacto entre los Musulmanes y el Estado prefiere preparar su propio plan y decidirá a finales de mes dónde quiere que estudien sus líderes religiosos.