_
_
_
_
Reportaje:ARCO 2005

La gran caja negra del arte digital

La evolución del new media art, en su más amplia acepción de arte realizado con nuevos medios especialmente digitales, ha sido tan rápida como la introducción de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Así lo refleja la trayectoria que este área de la creatividad contemporánea ha trazado en el ámbito de Arco, hasta alcanzar su actual presencia. En los cinco últimos años, el arte digital (incluidas las tendencias más radicales e inmateriales como el net.art, creado para existir exclusivamente en Internet) ha entrado en las galerías y, si bien tímidamente, ha empezado a formar parte de colecciones públicas y privadas. Si la novedad expositiva de la pasada edición fue la presencia de Bitforms, la primera galería dedicada exclusivamente al arte digital, la de este año es la creación de una nueva sección comisariada, The Black Box@Arco, que se propone aglutinar una serie de proyectos hasta ahora presentes en la feria de forma aislada y testimonial. De ese modo, Arco responde a la creciente presencia en el mercado del arte de obras que utilizan recursos y procesos tecnológicos y científicos, especialmente idóneos para reflejar las contradicciones de una sociedad altamente tecnificada. Como indica su nombre, The Black Box es un cubo de lona negra, situado al final del pabellón 9, formado por 16 contenedores de dos pisos, que acogen otras tantas galerías, seleccionadas por 6 comisarios. Sus propuestas ofrecen un amplio espectro de las posibilidades expresivas de las nuevas tecnologías y de sus diferentes tendencias, que abarcan desde audiovisuales realizados con técnicas digitales a complejas instalaciones interactivas. Destaca, en la galería austriaca Gima, Life Spacies II, de Christa Sommerer y Laurent Mignonneau, un entorno interactivo de vida artificial, donde el visitante puede crear sus propias criaturas escribiendo breves textos, cuyos caracteres se convertirán en el código genético del engendro. La galería Metropolitana de Barcelona, que fue entre las primeras en presentar propuestas de arte electrónico en su stand, apuesta por el colectivo de Nueva York Fakeshop, cuyas obras exploran la transformación del cuerpo a través de las tecnologías digitales. Su instalación Multiplexer presenta simultáneamente, por un lado, una performance en vivo y, por el otro, el vídeo que de ella se genera, para que el público pueda elegir cuál de las dos opciones prefiere. La Metropolitana ha sido seleccionada por Mark Tribe, uno de los principales expertos del new media art, junto a dos galerías de Nueva York: Gigantic Art Space, con un entorno interactivo de Mary Flanagan basado en la estética del videojuego, y Bitforms, con Glorias de la contabilidad, una instalación de Rafael Lozano-Hemmer, basada en un sistema de vigilancia computarizada que detecta la posición del público en la sala.

Más información
El ciclón Rafael

Otra prueba de la normalización del medio es la presencia en los Project Rooms de la instalación interactiva de Dora García, La Esfinge, presentada por Juana de Aizpuru. La Esfinge, que existe también como juego online (www.doragarcia.net), desafía al visitante a responder a una serie de preguntas -que van desde "¿Dios existe?" hasta "¿tienes sed?"- de la forma correcta, es decir, coincidiendo con las respuestas de la autora. De ese modo, llegan al final de la obra sólo aquellos que demuestran una total sintonía con la personalidad de la artista, o bien los que mienten.

Entre las instituciones, pio-

neras en presentar proyectos digitales cuando se consideraban invendibles y las galerías aún no habían dado el salto, destacan Fundación Telefónica, que expone los ganadores de Vida, el concurso de obras creadas con técnicas y conceptos de vida artificial, y el Museo de Arte Contemporáneo de Badajoz, con su Museo Inmaterial, un proyecto comisariado por el portugués Antonio Cerveira, que incluye una colección de conocidas obras de net.art. Sigue aumentando la presencia de dibujos y fotografías digitales y, mirando con atención, el visitante descubrirá la cantidad de artistas que utilizan herramientas digitales. Es el caso de las animaciones de Kirsten Geisler de la galería Ackincy de Amsterdam, donde el espectador puede interactuar con los objetos, y de los paisajes abstractos que Gregory Kucera expone en I-20 Gallery de Nueva York, plasmados en impresiones ultrachrome y plexiglás, que el artista modifica con un programa informático concebido expresamente para ello.

La revolución digital es, sin duda, una de las características más genuinas de nuestra época. Así lo demuestran incluso obras que nada tienen que ver con este medio como un dibujo a tamaño natural de Robert Waters, en la P/M Gallery de Toronto, que reproduce un hombre desnudo delante de su ordenador, como símbolo de la cada vez más íntima relación entre el hombre y la máquina.

Detalle de 'Glorias de la contabilidad', de Rafael Lozano-Hemmer (galería Bitforms), en la sección 'The Black Box'.
Detalle de 'Glorias de la contabilidad', de Rafael Lozano-Hemmer (galería Bitforms), en la sección 'The Black Box'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_