LG y Philips cierran su fábrica en Barcelona con 362 empleados

La pantalla plana mató al tubo catódico, y a Barayo, la antigua Miniwat. La dirección de la empresa, hoy en manos de la multinacional coreana LG y del grupo holandés Philips al 50%, anunció ayer el cierre de la fábrica de Barcelona, que emplea a 362 empleados. Barayo, el último vestigio industrial de Philips en España, ha acumulado unas pérdidas de 73 millones de euros en los últimos cuatro años.

El jueves, la dirección de Barayo convocó al comité de empresa a una reunión extraordinaria para ayer por la mañana con el propósito de comunicarle lo que era un secreto a voces: el cese de la actividad. La novedad de la reunión de ayer fue que se puso fecha al cierre: finales de marzo.

Los administradores de la firma, encabezados por su máximo ejecutivo, Jordi Dagà,entregó a los sindicatos un informe sobre la inviabilidad de la fábrica y se comprometió a negociar un plan social para los 362 trabajadores.

Una vez más, y como venía advirtiendo en los últimos meses, la dirección de Barayo argumentó las razones del cierre en la obsolescencia de la fabricación de tubos catódicos para televisores debido al empuje de las pantallas planas. En el periodo 2000-2004, el mercado mundial de tubos catódicos ha experimentado un fuerte descenso del 35%, al pasar de una producción de 11,6 millones de unidades a 7,6, y los precios se han reducido un 64%.

La producción de Barayo en ese periodo ha pasado de 4,3 millones de tubos a 2,1 en 2004. El impacto de esta caída en las cuentas de resultados de la firma ha sido fulminante: descenso de la facturación del 70%, hasta los 49 milllones de euros, y unas pérdidas acumuladas de 73 millones de euros, 31 millones de ellos el año pasado.

La guinda al problema de fabricar productos obsoletos ha sido el impacto adverso de la fortaleza del euro frente al dólar y los sueldos de los empleados de Barayo, que la dirección sitúa un 85% superiores a los del convenio provincial del metal. El salario medio de un empleado de Barayo es de más de 42.000 euros brutos al año, según la empresa.

CC OO reclamó ayer a Philips y a la Administración que elaboren popuestas para evitar el cierre definitivo de las fábricas de la multinacional en España, UGT exigió un buen plan social y USOC apuesta por mantener la producción con el máximo número de empleados posible.

Los trabajadores de Barayo decidirán la semana que viene en asamblea si negocian con la empresa o esperan a que ésta presente un expediente de regulación de empleo (ERE). El 80% de la plantilla tiene más de 55 años.