Los Príncipes homenajean a la reina Violante de Hungría en Vallbona de les Monges

La visita de los Príncipes de Asturias alteró ayer la paz casi monacal que se respira en la pequeña localidad leridana de Vallbona de les Monges (Urgell), conocida por albergar el monasterio más importante de la rama femenina del Císter en Cataluña. La mayoría de sus 150 vecinos se vistieron con las mejores galas para saludar a don Felipe y doña Letizia, quienes acompañaron al presidente de Hungría, Ferenc Mádl, en la ofrenda floral que realizó en la tumba donde reposan desde hace 750 años los restos de la reina Violante de Hungría, segunda esposa del rey Jaume I.

Los Príncipes fueron recibidos por la abadesa Anna Maria Camprubí, encargada de glosar la figura de la reina, que llegó a Cataluña en 1235 para contraer matrimonio con Jaume I, cuando todavía no había cumplido 20 años. Falleció en Huesca a los 36. Los cronistas de la época la describieron como "una mujer bella y buena y agradable para Dios y su pueblo". Jaume I y Violante de Hungría demostraron en su reinado gran simpatía hacía el monasterio de Vallbona de les Monges, donde pasaron muchas temporadas y al que ella hizo importantes donaciones.

En la sombra hacía tanto frío que don Felipe se apartó discretamente de la comitiva para pedir un abrigo y una bufanda. Después rompió el protocolo y buscó el calor entre los entusiasmados vecinos, antes de recibir una cesta con productos de la tierra.