Aparecen grietas en los pisos anexos

Son los vecinos del número 6 de la calle de la Conca de Tremp. Es decir, el edificio contiguo al que se derribó ayer. Y no lo ven nada claro. Es más: no quieren volver a sus pisos. Aseguran que el corrimiento de tierras que provocó el hundimiento del garaje de la esquina originó también "graves" desperfectos en la finca.

"En la escalera hay una grieta que se ensancha a medida que se suben los pisos. Llega a tener un dedo de ancho, y se ve que las paredes están separadas", advierte Laura Alcampel, vecina del 2º 2ª. Desde el hundimiento, la puerta de su piso no cierra, como ha podido comprobar cuando ha regresado a por ropa y efectos personales. También asegura que "el bajo y el sobreático están llenos de grietas", y que a partir del tercer piso el suelo está "abombado".

Alcampel se niega rotundamente a volver: "Pueden asegurarme que el piso está en buen estado y que las grietas no afectan a la estructura. Pero ¿quién asegura que el subsuelo es seguro?". "No nos fiamos", añade en nombre de las 13 familias que viven en la finca, en la que también hay dos locales comerciales.

El consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, explicó ayer que el número 6 de la calle de la Conca de Tremp "es el próximo paso" y que será revisado en cuanto finalice el derribo del 10 del pasaje de Calafell (que corresponde al 4 de Conca de Tremp).

El abogado que han contratado las 13 familias, Juan Antequera, ha solicitado un "certificado con garantías sobre el subsuelo" de la finca.