Detenidas la hija y la nieta de una pareja de ancianos asesinada

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el domingo a cinco personas relacionadas con la muerte, ocurrida el pasado 26 de diciembre, de un matrimonio de ancianos en Santa Susanna, en el Maresme (Barcelona). Fuentes de la policía autonómica han confirmado que entre los detenidos hay una hija -a la que apuntan como autora de la trama- y una nieta de los dos fallecidos, Teresa Soler y Luigi Saccomanno. Los otros tres detenidos son amigos de la hija.

Los detenidos fueron interrogados ayer en las comisarías de Sant Adrià de Besòs, Santa Coloma y Arenys de Mar para determinar su grado de implicación en el crimen, y estaba previsto que pasaran a disposición judicial entre hoy y mañana. El titular del Juzgado número 4 de Arenys de Mar, encargado de la investigación, decretó ayer mismo el secreto de sumario, por lo que no trascendieron más detalles sobre el grado de parentesco de los detenidos con las víctimas.

Sin embargo, las detenciones se practicaron en varios municipios del Barcelonès y en Santa Susanna, y la policía autonómica aseguraba ayer que entre los detenidos se encontraban una hija y una nieta del matrimonio asesinado, residentes en el municipio del Maresme. La policía sospecha que en el centro de la trama está la hija, que fue arrastrando a personas cercanas a su círculo. Según las primeras investigaciones, el origen está en discusiones sobre herencias. Precisamente fue el yerno quien, el 26 de diciembre, sobre las tres de la tarde, encontró los cadáveres de los dos ancianos en su propio domicilio, en la urbanización Alta Maresme.

El cuerpo de Teresa Soler, de 79 años, fue hallado sobre la cama y el hombre, Luigi Saccomanno, de 72 años y origen italiano, estaba atado de pies y manos en el aparcamiento de la casa. Los cadáveres presentaban fuertes golpes en la cabeza. La investigación posterior confirmó que los asesinos habían utilizado una llave inglesa para propinar los golpes que acabaron con sus vidas.

Asimismo, los agentes encargados del caso encontraron el interior del domicilio revuelto, por lo que inicialmente se pensó en el robo -habitual en zonas residenciales como esta de Santa Susanna- como posible móvil del crimen, a pesar que la pareja no disponía de mucho dinero, según aseguraron varios vecinos. Sin embargo, los familiares de los fallecidos, que pudieron entrar en la casa el día siguiente al de los hechos para comprobar si faltaba algún objeto, no reconocieron ninguna desaparición aparente.

Además, la puerta del domicilio no había sido forzada, un hecho que apoyó la tesis de la investigación que sugería que los asesinos quizá disponían de una llave o eran lo bastante conocidos por la pareja como para que les abrieran la puerta. Por este motivo la investigación se desvió hacia el entorno del matrimonio.

La muerte de Teresa y Luigi causó una gran conmoción en Santa Susanna, un municipio de cerca de 3.000 habitantes situado en el litoral del Maresme. El matrimonio vivía en el pueblo desde hacía cerca de 30 años y estaba plenamente integrado en la vida social y asociativa. Diversas fuentes confirmaron que Teresa participaba habitualmente en las tertulias de la radio local y que ambos asistían a menudo a los actos organizados por la asociación de la tercera edad de la localidad. Luigi todavía asistía al taller de desguace y recambios que regentaba, situado en la N-II entre Malgrat de Mar y Palafolls. Precisamente por esta ocupación, Luigi el italiano era bastante conocido en las poblaciones vecinas.