Carod supedita el acuerdo de legislatura con el PSOE a la actitud de Zapatero con Ibarretxe en el Pleno
La actitud con la que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechace el plan Ibarretxe hoy en el Congreso de los Diputados condicionará la posición de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en las negociaciones para un acuerdo de legislatura que garantice la estabilidad parlamentaria del Gobierno del PSOE.
El líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, advirtió ayer, tras la reunión del comité ejecutivo de su partido, de que "una cosa es votar que no por una cuestión de formas" y otra "endurecer las reglas del juego". Si hay tal endurecimiento, precisó, significaría que el Gobierno "quiere ponerle las cosas difíciles a los vascos y, por lo tanto, también a nosotros".
Para apoyar a Ibarretxe y comprobar por sí mismo la actitud de Zapatero, Carod acudirá hoy al Congreso y seguirá el debate desde la tribuna de invitados.
El deseo de los republicanos es que el rechazo del plan abra una etapa de diálogo y negociación para lo que el secretario general del partido, Joan Puig-cercós, definió ayer como "una legislatura neoconstituyente". Aunque ERC ha apoyado el plan Ibarretxe desde el principio, y hoy también lo hará en el Congreso, Carod lo relativizó como fruto de la etapa de gobierno del PP, más que como opción de futuro.
"El plan Ibarretxe procede de una etapa política anterior, que ha sido superada, desbordada por los hechos", dijo. Lo que ahora cuenta es, a juicio de los independentistas catalanes, que el Gobierno de Zapatero ha abierto la puerta a unos desarrollos políticos que estaban vedados en la etapa de Aznar. En particular, señaló Carod, "la configuración del Estado español como un Estado plurinacional".
El presidente de Convergència i Unió, Artur Mas, también asistirá a la sesión de hoy como muestra de apoyo al lehendakari. Los nacionalistas defenderán, por boca de Josep Antoni Duran Lleida, que el proyecto soberanista pueda debatirse en comisión para que cada grupo presente las enmiendas que considere oportunas. Ahí se quedará su exposición pues Duran, según fuentes de la federación, evitará entrar en el contenido propiamente dicho del plan Ibarretxe y marcará distancias, aunque sin grandes aspavientos, entre los procesos de reforma estatutaria vasco y catalán.
