Dénia repudia el atentado terrorista de ETA y hace recuento de los daños
Los dueños de 70 chalés, aledaños al hotel siniestrado en Dénia, reclaman ayudas para reparar los desperfectos
Los vecinos de Dénia (La Marina Alta) intentaban ayer recobrar la normalidad en la misma medida que expresaban su repulsa contra el atentado de ETA en un hotel de la ciudad, la tarde del domingo. A la condena, explicitada en una concentración ante el Ayuntamiento, se sumaron la totalidad de partidos políticos y sindicatos, así como los vecinos y las organizaciones empresariales, en especial las del sector hotelero. Todos hicieron hincapié en que el atentado terrorista no hará mella en la actividad turística. "El sector no se dejará amedrentar por los que sólo buscan hacer daño", dijo Vicente Marhuenda, presidente de la Asociación Provincial de Hoteleros de Alicante.
Al filo de las 13.00, un centenar de vecinos arroparon a la Corporación en una concentración -cinco minutos de silencio, frente al Ayuntamiento- en protesta por el atentado. En el preámbulo del acto, la alcaldesa, Francisca Viciano, del PSPV, leyó un comunicado de repulsa. "Su intento [el de los terroristas] por obligarnos a rendirnos, a aceptar sus propuestas, argumentadas a base de bombas, asesinatos y dolor, les resultará siempre un intento frustrado, por el coraje, la valentía y el espíritu democrático", recogía un pasaje del comunicado de la alcaldesa.
Tras la concentración, la alcaldesa convocó a los vecinos de la urbanización Tropicana Park, contigua al hotel donde ETA colocó la bomba, a una reunión para el mediodía de hoy para evaluar los daños en las casas e iniciar los trámites para el cobro de las indemnizaciones. La onda expansiva causó desperfectos en 70 chalés.
El Ministerio del Interior declinó ayer ofrecer datos sobre las características del artefacto explosivo, a la espera de los informes del Tedax.Los vecinos de Dénia encararon con entereza y serenidad, no exentas de rabia contenida, el día después del tercer zarpazo de la banda terrorista ETA en esta localidad de la Marina Alta. Por la mañana, la tensión era más palpable en el hotel Port Dénia, a unos 50 metros de la playa de la Marineta, donde estalló la bomba y, sobre todo, entre los residentes de la urbanización Tropicana Park, contigua al establecimiento hotelero. La onda expansiva alcanzó a unos 70 chalés -el complejo alberga 200 bungalós de segunda residencia, en su mayoría propiedad de familias valencianas- aunque sólo ocho casas resultaron con desperfectos mayores.
Los daños más comunes han sido roturas de cristales y marcos de puertas y ventanas desencajados. La explosión no afectó a la estructura de ningún inmueble, incluido el hotel.
En la urbanización, los propietarios revisaban sus casas y pedían información al administrador sobre los trámites para reclamar ayudas; a su lado, los empleados de jardinería recogían los miles y miles de pedacitos de cristales que saltaron hechos añicos. Y, a unos 20 metros, enfrente de los chalés, los Tedax inspeccionaban el boquete que la bomba abrió en la parte posterior del hotel y recogían muestras del explosivo.
Basilio Torrecilla, propietario de uno de los chalés más próximos al hotel, relataba sin desmayo cómo vivió la explosión y los daños en su chalé: "Estaba en la cocina, haciendo la paella y, de repente, como un huracán llegado de los abismos, oí un fuerte ruido que me desplazó tres metros hacia el comedor". "Todos los cristales rotos y, además, la escayola del cuarto del baño por los suelos", añadió a modo de balance. Basilio y su mujer eran una de las ocho familias que había en la urbanización en el momento de la explosión: "Nadie nos desalojó, sólo nos dijeron que saliéramos de las casas", se lamentaba Juan Antonio García.
Los vecinos suavizaron estas críticas a las fuerzas de seguridad con las atenciones que, posteriormente, recibieron por parte de las instituciones, con el Ayuntamiento a la cabeza. "Nos han ofrecido ir a pasar a la noche a un hotel, pero hemos preferido quedarnos en casa", comentó Ramona, otra vecina. "Hemos pasado más frío, porque no había cristales, pero lo hemos combatido con más mantas", añadió.
"Hemos venido esta mañana [ayer para el lector] al conocer la noticia", relataba Pilar Gaona, que junto a su marido inspecciona los daños en su chalé.
Los propietarios consumieron la mañana relatando sus impresiones sobre el atentado y a la espera de la llegada de los técnicos de la Subdelegación del Gobierno para evaluar los daños. La alcaldesa ha convocado a los afectados a una reunión este mediodía para explicarles los trámites para solicitar las indemnizaciones que abonará el Gobierno. Viciano resaltó la eficacia de las fuerzas policiales en el desalojo. "Lo primero era desalojar el hotel, dada la premura de tiempo con la que actuábamos, y al resto de personas de urbanizaciones y locales comerciales del alrededor la recomendación fue que no salieran de las casas", explicó la alcaldesa de Dénia.
El atentado, aparte de la repulsa vecinal y del Ayuntamiento, también concitó la condena unánime de organizaciones empresariales y sindicatos, sobre todo los del sector turístico.
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