Andanada vendedora

Las buenas noticias se están convirtiendo en un bien escaso en los mercados de valores y esa carencia empieza a provocar conatos vendedores de relativa importancia. El panorama que se entrevé para este ejercicio ofrece unos perfiles que se aproximan a la gama de pronósticos "menos favorables" y que dejan poco espacio para el optimismo, al menos en una lectura rápida y en el peor de los momentos posibles, como era el medio día de ayer, cuando el Ibex 35 bajaba más del 1% y estaba a punto de perder los 8.900 puntos.

La apertura de la Bolsa de Nueva York trajo algo de tranquilidad a los mercados europeos, lo que parece indicar que aquella plaza no ha perdido todavía el liderazgo, a pesar de los numerosos problemas a que debe hacer frente el sector financiero estadounidense.

Al final de la sesión, el Ibex 35 cedió el 0,36% y cerró en 8.967,10 puntos, lo que suponía un gran alivio, al tiempo que el índice general de la Bolsa de Madrid bajaba el 0,31% para cerrar en 956,00.

Las operaciones se realizaron ayer al ritmo que imponía el papel, lo que hizo remolonear a los inversores durante toda la mañana, con la excepción de los grandes valores, en los que la absorción de partidas vendedoras se dejó sentir desde los primeros minutos de la sesión. La mayoría de los grandes valores de la Bolsa española marcó ayer los cambios más bajos de este mes y forzó el valor mínimo para el Ibex 35 con 8.907 puntos.

El volumen negociado en el Mercado Continuo ascendió hasta 2.967,51 millones de euros, de los que casi 900 millones procedieron de las operaciones institucionales.

El ambiente en el resto de las bolsas europeas era muy parecido, con caídas importantes a lo largo de toda la mañana y una discreta recuperación tras la apertura de la Bolsa de Nueva York. Así, París terminó cediendo el 0,14% y Francfort el 0,28%, mientras que Londres concluyó la sesión con un avance del 0,19%. El Dow Jones mostraba una recuperación del 0,24% a media sesión, mientras que el mercado Nasdaq continuaba con los recortes.