El policía implicado en el crimen de Vicálvaro, imputado por otro tiroteo

El Juzgado número 7 de Leganés investiga un tiroteo ocurrido en la madrugada del 19 de mayo de 2003 en el interior del pub Cocos de esa localidad, en el que participó presuntamente José Martínez Cuadrado, el policía detenido -y después puesto en libertad con cargos- en relación con la supuesta red de corrupción policial destapada tras la muerte en Vicálvaro del también policía Manuel Álvarez Pacios el 5 de enero de este año.

En el tiroteo de Leganés, dos personas resultaron heridas por los disparos de Martínez Cuadrado. El denunciante de estos hechos, Francisco F. L., indica que, mientras regresaba del baño del local aquel 19 de mayo, vio que un cliente conversaba con el camarero -de nombre Ángel-, y también cómo Martínez Cuadrado -de paisano y fuera de servicio- intervenía en la conversación. Al término de esa charla, el agente, "sin identificarse como policía", se acercó hasta la mesa que ocupaba el cliente, "desenfundó su arma y, tras apuntar con su cañón a la cabeza del cliente, efectuó dos disparos al techo del establecimiento", relata el denunciante.

Al oír las detonaciones, Francisco F. L. tomó un taburete para protegerse, pero dos de los proyectiles le alcanzaron: uno de ellos en la parte posterior del cuello y otro en la espalda. Cayó insconciente al suelo y fue trasladado al hospital Severo Ochoa de Leganés, donde permaneció ingresado seis días. Otro de los clientes, Manuel D. P., recibió un disparo en los genitales.

Francisco F. L. explicó al juez que "después" supo "por otros testigos que se encontraban presentes en el pub, que varios clientes del bar se habían echado sobre el policía para intentar arrebatarle la pistola", pero que el agente había seguido disparando.

"Tuve que sacar el arma"

José Martínez Cuadrado, en su declaración ante el juez, negó que los hechos sucedieran de esa forma. El agente afirma que se acercó hasta la mesa del cliente "para decirle que si no le daba vergüenza tocar la cara a un hombre que estaba trabajando". Y continúa: "Entonces, alguien me empujó por la espalda y al tocarme descubrió el bulto de la pistola. Entre otros clientes me arrinconaron y tuve que sacar el arma y disparar al techo como medida intimidatoria".

El policía no se explica, en su declaración, cómo pudieron alcanzar los disparos a Francisco F. L., pero sí recuerda haberlo visto portando un taburete: "Con intención de agredirme", dice. También admite que siguió disparando, pero lo justifica así: "Con el fin de dejar el cargador vacío de balas y por si me quitaban el arma".

A preguntas del juez, Martínez Cuadrado sostuvo que conocía al camarero porque ambos habían estado en el Ejército y que sólo era un amigo suyo. "Fui allí para tomar una copa, no porque me hubiera llamado Ángel", dijo. Además, señaló que no intervino en el conflicto en el pub "de forma privada", sino "como policía". Y añadió que, tras la agresión, sufrió "dolor cervical, contusiones en el dedo pulgar izquierdo y en la muñeca, así como hematomas en piernas y brazos".

El juzgado mantiene abierta la instrucción de este caso.