El Betis se entrena ante el Numancia
El mercado fue creando más y más competiciones y los equipos empezaron a usar el sentido común, el básico, el de supervivencia; para seleccionar dónde estaban dispuestos a arriesgar la vida. Numancia y Betis han pasado a los cuartos de final de la Copa del Rey, pero uno parece tener mimbres para hacer al menos un par de cestos y el otro no.
El equipo castellano demostró ayer en el Ruiz de Lopera que la Liga es cosa de dos bandos o de más si se invierte en la investigación. El Betis le pasó por encima con una facilidad hiriente. Los de Sevilla golearon y descansaron piezas claves ante la inmediatez de la cita de la Copa del Rey, el próximo jueves. Vamos, que el Numancia no supuso más que una cita anotada en la agenda. Ni siquiera un compromiso o una incertidumbre. La competitividad de la Liga y, por ende, su atractivo, depende de la tensión dramática, que es lo único que puede extender el mapa de aficionados al juego. En Primera, ningún equipo debería salir a que le metan los menos goles posibles. El Numancia lo hizo. Y encajó cuatro con el contrario a medio gas.
BETIS 4 - NUMANCIA 0
Betis: Doblas; Varela, Juanito, Rivas, Tais; Arzu, Assunçao (Benjamín, m. 63); Joaquín, Edú (Israel, m. 59), Fernando (Alfonso, m. 59); y Oliveira.
Numancia: Álvaro Núñez; Pignol, Antonio, Jaime Molina, Ochoa, Graff; Palacios, Miguel Pérez, Tevenet (Juanpa, m. 70), Ros (Juanlu, m. 46); y Pineda (Miguel, m. 46).
Goles: 1-0. M. 15, Juanito.
2-0. M. 25, Assunçao, de falta.
3-0. M. 44. Oliveira.
4-0. M. .47. Oliveira.
Árbitro: Pino Zamorano. Amonestó a Tevenet, Assunçao, Ros y Antonio. Expulsó a Ochoa, por doble amonestación (m. 37).
38.000 espectadores en el Ruiz de Lopera.
El juego del Betis fue sencillo de asumir por sus protagonistas. Con sus líneas habituales habitadas por los habituales y con Arzu de compañero de Assunçao -la zona que parece no tener tan clara Llorenç Serra Ferrer-, les dio para meter cuatro. Y hasta media docena si se lo hubieran propuesto.
Tras varios intentos sin oposición, en el minuto 14, el Betis metió gol. Joaquín la lió y acabó cediendo a Juanito, que se adelantó a Núñez en su salida, y marcó a placer. Diez minutos después, Assunçao clavó un balón de falta en la escuadra del Numancia. Hasta ese momento, el Numancia tan sólo se había acercado al área bética en una ocasión -de saque de falta largo y remate malo de Pineda- y ya le habían expulsado a uno de sus centrales.
Al borde del descanso, Joaquín dribló hasta en tres ocasiones a su marcador en la banda y se la dio a Oliveira, con potencia, con superioridad indiscutible, y el brasileño marcó. Como lo hizo al poco de la reanudación. También con una superioridad tan evidente como extraña entre equipos que, supuestamente, luchan por el mismo título.
No hubo más fútbol que el que puso el Betis con su ritmo de entrenamiento. Algo falla.
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