Las protestas vecinales obligan a Transportes a acortar el cierre de la calle de Agustín de Foxá

La Consejería de Transportes ha dado marcha atrás en sus pretensiones de mantener cortada durante un año la calle de Agustín de Foxá (Chamartín) por las obras de conexión de las líneas 1 y 4 del metro. Las máquinas ocuparán toda la calle a partir de este sábado, pero no durante un año sino por seis meses, según un compromiso arrancado ayer por representantes de los vecinos a la consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal. Las obras tenían que haber comenzado el pasado día 15, pero las protestas obligaron al Gobierno regional a retrasarlas.

Éste es el primer conflicto vecinal al que se ha enfrentado De Cospedal, recién llegada al cargo en sustitución del anterior consejero, Francisco Granados.Los primeros planes de la Consejería de Transportes pasaban por cerrar la calle de Agustín de Foxá al tráfico durante todo un año como consecuencia de las obras de conexión de las líneas 1 y 4 de metro y la construcción de la nueva estación de metro de Pinar de Chamartín.

Las máquinas entrarían en Agustín de Foxá, situada muy cerca del paseo de la Castellana y de la estación de Chamartín, e impedirían durante 12 meses el paso de cualquier vehículo a la vía. Los comerciantes y los vecinos pusieron el grito en el cielo y exigieron a los responsables municipales y regionales reuniones y alternativas para alterar lo menos posible el tráfico en la zona. Además, los residentes se quejaron porque, según ellos, se habían enterado de la noticia por los medios de comunicación. Sus protestas obligaron a Transportes a aplazar una semana el inicio de las obras. Éstas comenzarán finalmente el sábado próximo y serán acometidas por la empresa constructora pública Mintra.

Las quejas vecinales hicieron que la consejera de Transportes se reuniera ayer con una representación de los afectados en la cafetería de un hotel de la zona. Allí, durante apenas media hora, los vecinos y la dirigente regional estudiaron distintas alternativas técnicas al corte. A la reunión también acudieron el concejal del distrito de Chamartín, Íñigo Henríquez de Luna, y el viceconsejero de Transportes, Luis Armada.

Una de las propuestas que barajó el Gobierno regional fue realizar en la citada calle cortes parciales por tramos. Pero, al final, la consejería ha decidido reducir de un año a seis meses las obras. La reducción del tiempo será posible gracias a unas soluciones técnicas que pasan por la introducción de una nueva maquinaria, señalaron desde Transportes.

El corte será el previsto inicialmente (el tramo de Agustín de Foxá entre las calles de Esteban Terradas y José Vasconcelos), según explicó un portavoz de la consejería. A los cuatro meses serán abiertos al tráfico los dos carriles laterales de Agustín de Foxá y seguirán inhabilitados durante dos meses más los dos centrales.

"Además, el tráfico será desviado por la calle de Mauricio Legendre, que será habilitada con dos direcciones, y por un solar que hay entre Agustín de Foxá y Rodríguez Jaén y que permitirá a los coches bordear la zona de obra", añadió el portavoz. La Consejería de Transportes también se ha puesto en contacto con la EMT para que la línea 5 de autobús, que pasa por la zona, sea desviada por las calles propuestas. Así se pretende que los residentes tengan un poco más fácil el acceso a sus garajes.

Inicialmente estaba previsto desviar la circulación por las calles de Mauricio Legendre (pero sólo en sentido sur), Manuel Ferrero y Rodríguez Jaén (sentido norte).

"Los cortes propuestos antes eran excesivos en el tiempo, hubiesen hundido muchos negocios. La propuesta nueva ya es más razonable, sobre todo porque a los cuatro meses estarán abiertos los dos laterales de la calle de Agustín de Foxá", indicó Antonio Delgado, comerciante y uno de los representantes de los afectados.

Delgado calculó en casi una cincuentena los comercios de la zona que se verán finalmente afectados por las obras.