Más deporte de base

Estimado señor alcalde de Madrid:

Está muy bien eso de pedir el apoyo masivo de los madrileños para que el Comité Olímpico Internacional conceda a nuestra ciudad la celebración de las Olimpiadas en el año 2012 y promocionar, con ese fin, nuestra mejor imagen en el mundo, o incluso llevar rápidamente a cabo las obras necesarias para mejorar las infraestructuras para tal evento. Sí, todo eso está muy bien. Pero también sería un detalle por su parte que se dignara explicarle a mi hija de 12 años, y al resto de sus compañeros, por qué han cerrado el rockódromo de La Peineta, lugar donde todas las semanas practicaban el sano deporte de la escalada, sin ofrecerles a cambio alguna instalación alternativa donde poder continuar con sus clases.

Supongo que lo que ocurre es que en una ciudad tan grande, moderna y amante del deporte como Madrid es imposible encontrar el lugar apropiado para que unos cuantos niños y jóvenes aprendan a emplear su tiempo de ocio en practicar un bonito y esforzado deporte, en vez de dedicarse a otros menesteres más prosaicos y, ciertamente, menos saludables. O a lo mejor es que a este alcalde y a este Ayuntamiento sólo les preocupan los deportes importantes y los deportistas de élite, ésos que venden millones de camisetas y llenan las portadas de las revistas del corazón.

O quizás lo que les preocupe sea salir guapos en la foto, junto a los satisfechos dirigentes del deporte mundial, brindando por el futuro olímpico de esta castigada ciudad en la que vivimos. No lo sé. Pero lo que sí está para mí tremendamente claro, y que no digan otra cosa porque mienten, es que el deporte de base les importa un pimiento, valga la expresión, de la misma manera que no les preocupa lo más mínimo, salvo a la hora de conseguir unos cuantos votos, el dar a nuestros hijos la posibilidad de desarrollarse, física, mental y socialmente, practicando el deporte que les gusta y empleando así su tiempo libre en algo más que en ver la televisión, jugar al ordenador o pasar la tarde sentados en un banco bebiendo vino con coca-cola.

Pues eso, que gracias por escucharme, y que mi hija, y otros muchos deportistas que no salen en la tele, esperan una solución o una llamada suya cuanto antes.