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Lagier niega que Tabares se beneficiara del 'agujero' en el Ivex

El empresario Jean Luc Marie Lagier negó ayer que José María Tabares, ex director del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex), recibiera dinero o se beneficiara de alguna forma de los avales que el Ivex firmó sobre letras de cambio de las empresas que él dirigía para, supuestamente, generar derechos de compensación en Túnez que favorecieran las exportaciones de Ford. Lagier declaró ayer en la tercera sesión del juicio oral que sigue la sección quinta de la Audiencia de Valencia. El fiscal pide para Lagier y para Tabares cinco años de cárcel por un delito continuado de estafa y, además, que ambos, solidariamente, abonen los 3,5 millones de euros que las empresas de Lagier no pagaron y le fueron reclamados al Ivex por operaciones entre 1995 y 1999.

El Ivex firmó el primer acuerdo con Lagier en 1995, según el empresario a instancias de la multinacional automovilística. Apod, empresa afincada en Túnez y propiedad del padre de Lagier, vendía al Ivex y éste a su vez lo hacía a Sonotube, la empresa de Lagier en Bélgica. Pero la segunda parte de esa arquitectura empresarial se convirtió en números rojos porque Sonotube no pagó nunca al Ivex.

Según Lagier, al igual que manifestara Tabares, la relación se mantuvo por la insistencia de Ford y con la aquiescencia de la Consejería de Industria. Pero cambió de forma que el Ivex, en lugar de ser titular de la deuda, pasó a ser avalista de una nueva firma, Graficom, también dirigida por Lagier. Tabares firmó avales por valor de 4,2 millones de euros, capital que incluía la amortización de la deuda por parte de Graficom en nombre de Sonotube y con la explicación empresarial de reconversión del grupo Lagier. Pero Graficom volvió a dejar al Ivex con la deuda, fundamentalmente reclamada por el Arab Bank. En 1999 se presentó la querella que llevó el asunto a los tribunales. El dinero que cobró Lagier por supuestas mercancías vendidas al Ivex y que debían recomprar sus empresas en Francia y Bélgica no ha aparecido. Lagier dijo ayer que Tabares no se benefició "nunca" de nada y que el volumen de negocio de su grupo con el Ivex sobrepasó los once millones de euros, imputando los 3,2 millones de euros impagados a una situación empresarial de crisis coyuntural "que se podría haber resuelto si hubiésemos seguido con el acuerdo". Según el imputado, participó en varias reuniones con representantes de la Generalitat para continuar con el sistema de aval que se había iniciado porque a medio plazo permitiría reducir la deuda al tiempo que supuestamente generaba beneficios para las exportaciones de Ford.

Lagier, a preguntas de su letrado, dijo que ninguno de los bancos con los que cerró tratos (Arab Bank, Fortis Bank, BSCH y BBVA), los dos últimos personados en la causa como acusación particular, hicieron "petición expresa" de albaranes de entrega de la mercancía o el transporte que avalaba el Ivex. Según Lagier, el contrato de Ford con el Ivex y el hecho de esta entidad avalara las letras de sus empresas era suficiente.

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