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Reportaje:

Unas emisiones muy solventes

Los bonos privados rinden casi lo mismo que los públicos por su alta calidad

El inversor que haya adquirido bonos, pagarés o cédulas privados apenas ha notado en 2004 diferencia con la ganancia de la deuda pública. Las empresas cuentan con una solvencia tan elevada que pueden ofrecer casi iguales tipos que la deuda pública. Según Julio Alcántara, de AIAF, las diferencias entre comprar un pagaré o una letra del Tesoro ha sido de sólo 0,1 puntos de rentabilidad, y en el caso de los bonos a 10 años se sitúa en torno a 0,2 puntos de media.

Sólo los bonos de alto riesgo, infrecuentes en el mercado español, ofrecen ganancias muy distintas a las de la deuda. En España, los últimos fueron los lanzados por la empresa de telecomunicaciones Jazztel y son más habituales en los mercados internacionales, tanto en el europeo como, sobre todo, en el estadounidense.

El pasado año sólo dos compañías industriales de Europa hicieron incumplimiento de pagos, comparado con ocho en 2003
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La firma de calificación crediticia Standard & Poor's prevé, sin embargo, para 2005 un deterioro de las calificaciones, es decir, de la solvencia, lo que siempre obliga a las empresas a ofrecer tipos de interés más altos para atraer a los inversores. Por ello, este año sí que pueden abrirse los diferenciales en favor de la deuda de las empresas, ya que no cabe el deterioro de la deuda pública, que este año ha logrado la máxima calificación crediticia con el triple A.

Standard & Poor's indica que es poco probable que se repita la situación crediticia de 2004 durante este año 2005, pero el mercado de bonos -donde los diferenciales de los bonos corporativos se han reducido dramáticamente en los últimos meses- no están reflejando esta realidad. "Los mercados de crédito no están valorando los fundamentos básicos de la calidad de crédito," según Juan de la Mota, consejero delegado de Standard & Poor's en España.

El informe anual de esta sociedad de calificación destaca 2004 como el primer año desde 1998 donde no ha existido una mayoría de bajadas de calificación (ratings). Hubo 76 subidas y 76 bajadas de ratings en este periodo, un cambio significativo comparado con 2003, donde las bajadas de ratings se multiplicaron por cinco sobre las subidas (273 bajadas comparado con 51 subidas de ratings).

Las mayores mejoras de calidad crediticia han tenido lugar en el sector bancario, que experimentaron tanto el doble de subidas de ratings como de bajadas, así como en seguros, área que se ha estabilizado ampliamente después de los resultados negativos del 2003.

Entre las compañías no financieras, la situación es más variada, con un continuado descenso de rating que superaba a las subidas (38 bajadas y 28 subidas). No obstante, existe una clara mejoría, puesto que en el 2003 hubo cuatro veces más bajadas de ratings que subidas. Sólo dos compañías industriales de Europa hicieron incumplimiento de pagos, comparado con ocho en 2003. És el nivel más bajo de incumplimiento de pagos europeo en el último lustro. Ambas compañías, Italtractor de Italia y Avon Energy Partners del Reino Unido, habían tenido ratings de grado especulativo durante el último año antes de entrar en suspensión de pagos de su deuda.

Perspectivas para este año

Con relación a la perspectiva de la calidad crediticia prevista para el 2005, Standard & Poor's destaca: Tanto las Perspectivas Negativas como la Lista de Vigilancia Negativa (CreditWatch Negativa) a 30 de noviembre para empresas industriales europeas está en sus niveles más bajos desde los últimos 10 años, representando un 15,5% del total de ratings para empresas industriales.

Sin embargo, permanecen más altos que el número de Perspectivas Positivas y Lista de Vigilancia Positiva (CreditWatch Positiva), que representan un 6,4% del total de ratings. Como las Perspectivas y las Listas de Vigilancias (CreditWatch) son un indicador fiable de las tendencias futuras del rating, estas cifras sugieren una previsión en general negativa de la calidad crediticia europea.

El crecimiento en las emisiones de bonos de grado especulativo ha aumentado nuevamente en el 2004, siendo éste el segundo año sucesivo de volúmenes récords. Históricamente, este incremento del volumen de emisión de los bonos de alto rendimiento será seguido en dos o tres años por un aumento en los fallidos de pago.

"En general, ni vemos el mercado de crédito al alza, ni tampoco vemos un gran potencial de subidas de ratings", dijo Juan de la Mota. "Muchas empresas tradicionalmente conservadoras se sienten ahora cómodas gestionando sus negocios en niveles mínimos de inversión. Es una cuestión de tiempo antes de que la liquidez acumulada sea devuelta, bien a sus accionistas o invertida en adquisiciones costosas. A esto se añade el factor de que las perspectivas económicas europeas no son tan favorables, y no esperamos que la mejora de la calidad de crédito sea sostenible a lo largo del año 2005".

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