50 miembros de la comisión electoral dimiten por amenazas

Cerca de medio centenar de miembros del Comité Electoral palestino, encabezados por su portavoz Baha al Bakri y el jefe del aparato electoral Amar Dwaik, presentaron ayer su dimisión al tiempo que denunciaban y desvelaban que durante el día de los comicios fueron amenazados física y directamente por policías y dirigentes del partido gubernamental Al Fatah. Los agentes de seguridad les pidieron que cambiaran la normativa electoral y prolongaran dos horas más las votaciones para corregir el alarmante índice de abstención y facilitar así el voto múltiple para engordar la victoria de Abu Mazen.

Uno de los dimisionarios, el abogado Baha al Bakri, aseguraba ayer que las fuerzas de seguridad, vinculadas a Al Fatah, llegaron a disparar sus armas el día de las votaciones frente a la sede de la Comisión Electoral, situada al lado de la residencia particular de Abu Mazen, en un intento de presionar a los funcionarios.

Los dimisionarios, entre los que se encuentran varios expertos internacionales, insisten, sin embargo, en que las maniobras electorales, logradas por este grupo de seguidores de Mahmud Abbas, Abu Mazen, no invalidan el resultado de las elecciones ni el triunfo del nuevo presidente, que logró el 62,53% de los votos depositados en las urnas. Pero lo que no explican los dimisionarios es que estas operaciones irregulares impiden establecer oficialmente el índice de participación, que según fuentes fidedignas sería del 43% -lo que supondría un apoyo del 26% para Abu Mazen-, y no de un 66% como se trata de hacer creer en medios oficiales.

A pesar de todas estas irregularidades, el presidente y otros responsables de la cúpula palestina se felicitaron ayer públicamente de la "transparencia democrática" en la que se habían celebrado unos comicios, que, en su opinión, constituyen "un ejemplo para todo el mundo árabe".

Los cerca de 800 observadores internacionales que siguieron las votaciones, trataron de eludir en sus informes estas irregularidades.