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Crítica:KIA SPORTAGE 2.0 CRDI EX | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un todoterreno moderno a buen precio

Práctico, completo y económico. Y con una calidad de conjunto notable que no desentona frente a sus rivales europeos y japoneses similares. Es lo que ofrece el nuevo Kia Sportage, un todoterreno coreano con vocación familiar que cumple bien en todas partes: ciudad, carretera y caminos de tierra. Se vende a partir de 18.800 euros (2.0 LX 4×2) y es uno de los 4×4 más asequibles de su tamaño.

Base mecánica del Hyundai Tucson

Más información
Un 4×4 muy completo

El Sportage es el segundo todoterreno de Kia y se sitúa un escalón por debajo del Sorento, que ha tenido un gran éxito en toda Europa. El nuevo modelo aprovecha las sinergias provocadas por la integración de esta marca en el grupo Hyundai, y es el hermano gemelo del Tucson, con quien comparte toda la mecánica. Se trata de un todoterreno ligero con vocación familiar que prima el comportamiento y el confort en asfalto frente a las aptitudes 4×4 de los modelos clásicos. Pero a la vez permite afrontar excursiones por pistas de tierra y es muy práctico para familias con estilos de vida activos o con afición a los deportes de invierno porque asegura la movilidad ante nevadas imprevistas.

El nuevo Kia mide 4,35 metros de largo y se diferencia del Tucson en la estética. Aunque son casi el mismo coche, presentan una imagen diferenciada: más convencional el Kia y con un diseño más vanguardista el Hyundai. Así, el Sportage tiene un frontal de aspecto más clásico en el que destaca la robustez del parachoques delantero, que incluye unos faros grandes y unas tomas de aire generosas. El lateral integra unas aletas resaltadas que, junto al tercer cristal posterior y un portón inclinado hacia delante, dinamizan un poco la figura. Pero el conjunto muestra una imagen moderna y a la vez impersonal y anodina que pasa inadvertida.

Un interior muy bien resuelto

El Sportage aporta, en cambio, la amplitud interior de los todoterrenos y la combina con algunas soluciones de los monovolúmenes que potencian sus virtudes como vehículo familiar. Así, ofrece la posición de conducción elevada de los primeros, pero con la adaptabilidad interior de los últimos a la hora de regular los asientos.

Las plazas delanteras son desahogadas y presentan una buena visibilidad. Y las traseras tienen bastante espacio para las piernas y cuentan con unos respaldos que admiten todo tipo de regulaciones. Dispone también de un buen maletero, que se puede ampliar abatiendo o plegando los asientos de la segunda fila para dejar todo el piso plano. Además ofrece una buena dotación de huecos: portagafas, perchas, dos posavasos delante y otros dos retráctiles atrás...

El 4×4 de Kia presenta una calidad de ejecución y acabado más que correctos. El diseño es sencillo, pero utiliza plásticos y tapicerías aparentes, las piezas ajustan bien y da sensación de solidez. Tiene un salpicadero moderno y una consola central atractiva que integra el equipo de música. Y por lo demás, la mecánica está bien aislada, sólo presenta algunos ruidos aerodinámicos que no molestan y las suspensiones permiten viajar sin incomodidades en asfalto.

Gasolina y gasóleo

El nuevo Sportage se vende con tres motores. Dos son de gasolina: 2.0 16v. (142 CV),

disponible también en una versión básica con tracción delantera o 4×2 (desde 18.800 euros), y un 2.7 V6 (175 CV), que sólo se ofrece con cambio automático. Pero el más interesante es el el 2.0 CRDi turbodiésel de 112 CV. Además hay dos acabados, LX y EX; el primero, con doble airbag, ABS, aire acondicionado y tres años de garantía, y el EX, con cuatro airbags más, ESP, climatizador y otros detalles.

Conclusión

El Kia Sportage es un todoterreno moderno, económico y muy práctico para el uso familiar. Tiene una línea discreta, pero con un interior bien resuelto, un turbodiésel correcto y un comportamiento equilibrado y seguro en todas partes. Y añade un buen equipo de serie que incluye el ESP.

El Sportage no presenta detalles estéticos llamativos y tiene una imagen algo impersonal. Sólo los rasgos marcados de las aletas, el tercer cristal lateral y el portón inclinado hacia delante estilizan su imagen.
El Sportage no presenta detalles estéticos llamativos y tiene una imagen algo impersonal. Sólo los rasgos marcados de las aletas, el tercer cristal lateral y el portón inclinado hacia delante estilizan su imagen.ENRIQUE BROOKING

PRÁCTICO Y MUY FLEXIBLE

Dentro de su sencillez, el Sportage presenta un aspecto moderno y cuidado. Tiene un salpicadero vistoso en el que destacan la instrumentación, con las agujas de los relojes en color rojo, y la consola central metalizada, que integra el equipo de música opcional (radiocasete y CD). Además, los plásticos, los ajustes y sobre todo las tapicerías presentan una calidad satisfactoria y superior a lo habitual en los modelos coreanos. Y hay muchos huecos por todas partes: una percha para el bolso frente al copiloto, portagafas en el techo, posavasos y apoyabrazos junto al freno de mano...

Sin embargo, la mejor virtud del nuevo Kia es la flexibilidad de sus asientos. Los respaldos delanteros se reclinan al máximo y forman una cama con las banquetas de atrás.

Y los respaldos traseros cuentan con cinco posiciones para regular la inclinación, y cuando se pliegan, dejan el piso plano para facilitar la carga. Además, por detrás incluyen unas perchas retráctiles para colgar las bolsas de la compra y evitar que se golpeen. El maletero, bastante amplio, lleva debajo del piso una bandeja compartimentada muy práctica.

La zaga es original e incluye una luneta con apertura independiente del portón. Por lo demás, los pilotos grandes y la doble salida de escape son lo más llamativo.

UN 4×4 ASEQUIBLE CON ESP

El Kia Sportage es, junto al Hyundai Tucson, uno de los todoterrenos ligeros con motor turbodiésel más económicos del mercado. Cuesta 300 euros más que su hermano coreano e incluye un buen equipo de serie: seis airbags, ABS y climatizador. Pero añade también el control de estabilidad ESP, un extra en seguridad no disponible en su rival. En cambio, el Hyundai viene con radio-CD, opcional en el Kia (364 euros). Las diferencias con los demás rivales son todavía mayores. El Freelander equivalente cuesta 3.800 euros más, y hay que sumarle los airbags laterales (400 euros) y los de cortina (450 euros), opcionales en el Land Rover, que además no puede llevar ESP. Y los Toyota Rav 4 y Nissan X-Trail son 4.200 y 4.400 euros más caros, respectivamente. Ambos ofrecen unas prestaciones superiores, pero vienen sólo con dos airbags, aunque el primero incluye el ESP.

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