Normativa y animales
Barcelona, anticipándose a la ley autonómica que entrará en vigor en enero de 2007, decidió poner en su Centro de Acogida de Animales de Compañía (CAAC) que no se sacrificara a los perros y gatos abandonados el 1 de enero de 2003. Pero ante tan importante decisión no se tuvieron en cuenta ni las obsoletas instalaciones ni la dotación de un presupuesto realista; tampoco se estableció un protocolo riguroso para que las adopciones no tengan un mal final. De la misma manera no se tuvo en cuenta que los perros, para ser recuperados, necesitan un paseo diario dada la brutal reclusión a que están sometidos. Este último aspecto se realiza, yo diría milagrosamente, día a día, gracias al esfuerzo insostenible de unos pocos voluntarios.
Con la falta de previsión, lo único que se ha conseguido es, en algunos casos, mutar sacrificio por cadena perpetua claustrofóbica.
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