"No le conocía, pero me ha dado mucho trabajo"

Jesper Gronkjaer debutó, perdió, se encontró, como casi todos en el Atlético de Madrid con las manoplas enormes de Casillas, jugó bien durante una hora en el césped y mantuvo la compostura nórdica a la hora de dar sus impresiones sobre el "extraño" encuentro. Antes, en el campo, el extremo, fichado en el mercado invernal para solucionar la falta de profundidad por las bandas y recibido sin excesivo calor por el público, se acabó diluyendo contagiado por la frustración rojiblanca: "No acabé el choque cansado, lo que sucedió es que llevaba muchas semanas sin jugar y eso se nota", comentó, correcto, el ex jugador del Birmingham, donde no se había alineado en el último mes y medio.

También, aunque su cara era una máscara más bien indiferente, aunque siempre afectuosa, aseguró: "Estoy muy disgustado y muy triste por el resultado". Todo esto, en inglés, pues el futbolista aún no habla español: "Lo aprenderé en seis meses", prometió antes del derby. Gronkjaer también lanzó un guiño a su nueva afición: "A pesar de la derrota sé que he hecho bien en venir a este club, el estadio es impresionante, disfruté mucho en el campo", dijo. César Ferrando, su técnico, alabó su contribución: "Entró bien por las dos bandas y estuvo muy activo". El jugador desveló que aunque usó los dos costados en el choque de ayer -comenzó en la izquierda y acabó en la derecha- prefiere "la izquierda". El danés atribuyó "a la mala suerte" todas las ocasiones desperdiciadas por su equipo y auguró mejores tiempos para el conjunto rojiblanco: "Levantaremos el vuelo".

Enfrente, en el césped, Gronkjaer, rápido, habilidoso, se encontró con un chaval de Salamanca: Álvaro Arbeloa, que disputaba su primer gran encuentro con el Madrid sustituyendo al sancionado Míchel Salgado en el lateral derecho. "Gronkjaer es un gran jugador y me ha dado mucho trabajo. No lo conocía mucho, pero me ha demostrado su valía". El danés se marchó en varias ocasiones de Arbeloa: en una de ellas puso un centro raso y paralelo en el área pequeña y en la otra un centro alto. Una tercera se convirtió en un disparo ajustado al palo que sacó a córner Casillas. Sin embargo, el chico del Madrid no se descompuso y poco a poco fue achicando la vía de agua que suponía el danés.

Arbeloa, que es nuevo, pero repite los argumentos de los que llevan años recitando las mismas cosas, analizó el encuentro ajustándo su punto de vista a la óptica blanca: "En fútbol sólo vale marcar las ocasiones que tienes, aunque ellos han tenido más el balón. Nosotros hemos marcado un gol pronto y ellos se han echado arriba, es lógico".

Arbeloa puntuó su debú con la mejor nota: "No ha podido ser mejor, titular y victoria", además de mentar los valores propios de un canterano disciplinado: "Seguiré entrenándome y aprendiendo para poder aprovechar las oportunidades que me den". En el otro extremo del campo trazando una diagonal se hallaba, en los segundos 45 minutos, Molinero. Otro joven debutante que reemplazó a un Aguilera muy tocado de sus molestias. Molinero estaba triste, "jodido", comentó, y se le notaba en la cara. "Hemos jugado muy bien, pero es imposible estar satisfecho cuando pierdes por tres goles a cero", aseguró el chaval criado en la cantera rojiblanca, entre otros, junto a Fernando Torres, e internacional en las categorías inferiores.