Caos en el desierto

Caos en el desierto. La prueba especial de la octava etapa del Rally Dakar, que se iba a disputar entre Tichit y Tidjika, en Mauritania, tuvo que ser anulada por los organizadores debido al mal tiempo y sustituida por un enlace de 360 kilómetros. La especial, en principio de 520 kilómetros, ya había sido reducida ayer a 130, pero la organización decidió, finalmente, anularla debido "a las condiciones de visibilidad excepcionalmente difíciles". Una tormenta de arena lo dominaba todo. Además, a las 10 horas de ayer sólo 96 motos, 59 coches y 27 camiones habían llegado a Tichit para terminar la séptima etapa, la más dura de la historia del rally, en opinión de muchos participantes. 31 habían abandonado oficialmente. Al final, quedaron ayer sólo 108 vehículos en carrera. Muchos otros aún continuaban atrapados entre las dunas del trazado del día anterior, entre Zouerat y Tichit. Bastantes se quedaron sin combustible y esperaban la llegada del camión de ayuda. Según el reglamento, no podían recibir asistencia técnica y tampoco utilizar el sistema de localización GPS. Muchos participantes se quedaron bloqueados cerca de Tichit y la organización mandó un todoterreno cargado con dos tanques de gasolina para abastecerlos.

Ayer, en medio del caos, siete de los nueve helicópteros de la prueba se vieron obligados a permanecer en tierra debido a las condiciones meteorológicas y particularmente por la tempestad de arena que se desató por la noche. Los dos aparatos operativos se destinaron rescatar a los pilotos que se encuentren totalmente bloqueados en las dunas.

Toda una noche de dudas e incertidumbre tuvo que sufrir el patrón del rally, el francés Etienne Lavigne para intentar paliar en la medida de lo posible el tremendo caos. Se pasó toda la noche buscando salida a los problemas e ideando soluciones: "Fue una noche larga, muy larga. Presencié escenas muy fuertes, como la llegada de motoristas tan contentos que rompían a llorar", dijo. Pero añadió: "Otros, sin embargo, me insultaron por considerar que la etapa era demasiado difícil y ahora lo que más me preocupa son los que están heridos en medio del desierto, como por ejemplo Patrick Martin, que tiene una fractura abierta de la clavícula y al que están buscando en coche con un médico", comentó preocupado Lavigne. "Ojalá el tiempo mejore para que los demás helicópteros puedan llegar hasta aquí y empiece la novena etapa", agregó.

La carrera ha debido variarse. Se decidió anular la etapa Tichit-Tidjika y todos los participantes que hubiesen llegado antes de las 4.30 horas enlazarían con Tidjika por el recorrido establecido, mientras que los que lo hiciesen después harían uno mucho más corto para garantizar, si las condiciones climatológicas lo permitían, que se pudiera dar la salida hoy de la novena etapa desde Tidjika.