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SOMBRAS NADA MAS | Belén Rueda, actriz

La chica que no se esperaba una noticia así

Juan Cruz

Belén Rueda no fue la única actriz que optaba a ser la abogada barcelonesa que acude a ayudar a Ramón Sampedro (Javier Bardem en el cine) a enfrentarse con la justicia para lograr el propósito que anima al tetrapléjico gallego: disponer libremente de su vida. Ella no era la única, pero la eligió Alejandro Amenábar, decidió convertirla en su apuesta más personal en el casting de Mar adentro y ahora ya no se concibe esa historia sin Belén Rueda.

Cuando le contaron que ella era la elegida, en seguida hizo lo que suele hacer cada vez que inicia un trabajo nuevo: subrayó con lápices de colores lo que tenía que decir en la película, se sometió a los ensayos rigurosísimos del director que la eligió para que debutara en el cine, y puso a disposición de la película una facultad extraordinaria: la verdad de su cara.

Detrás de esa cara hay, claro, una biografía que no se resume sólo en los números de su vida: nació en Madrid en 1965, vivió en Alicante con sus padres, fue actriz menor en la época en que Emilio Aragón también se estrenaba en aquel memorable Vip de Telecinco, y después entró en esa factoría que es Globo Media, de la mano de Emilio Aragón y de quien luego sería su esposo, Daniel Écija. La vimos en muchas series, desde Periodistas hasta Los Serrano (también en Telecinco, con Antonio Resines), y ahora, que los espectadores recordarán que siempre vieron un denominador común en esa cara.

Claro que no sólo son los números de su biografía, ni los accidentes puramente televisivos de su carrera, sino el latido vital que, algunas veces con dolor, le han ido haciendo un rostro de una intensidad imborrable detrás del cual debe haber más de un recuerdo que hiere. Ella no va con esa biografía ni al plató chico ni al plató grande, pero debió verlo Amenábar en el fondo del alma que estaba tratando de convertir en el alma gemela de Ramón Sampedro en la gran pantalla.

Ese era un papel que exige memoria del dolor, capacidad para mostrar el dolor mismo, y hay momentos culminantes en el filme que el espectador percibe que no es sólo la abogada barcelonesa de la ficción (porque este papel es de ficción en Mar adentro), sino que es la propia Belén Rueda la que se alza sola como si la historia fuera exactamente con ella.

Eso es lo que han apreciado los críticos cinematográficos, tanto aquí como en el extranjero; algunos periódicos norteamericanos (Los Ángeles Times, New York Times) se han preguntado de dónde viene este rostro, y por ahí han dicho si no será que es una actriz de otro tiempo, como las que acompañaron a Ingmar Bergman en su decisión de hacer del rostro la síntesis de los sentimientos, algo que logró con Liv Ullman o con Bibi Andersen. Y de esa estirpe dicen los conocedores que es la manera de actuar de Belén Rueda.

¿Le ha variado el éxito su forma de ser? Ha seguido acudiendo a su hora al plató de televisión, con los papeles subrayados y aprendidos; sigue fumando tanto como en Mar adentro, sigue tomando dosis enormes de coca-cola light, y sigue resoplando cada vez que advierte (como pasaba durante el rodaje de Mar adentro) que algo resulta demasiado intenso en aquello con lo que debe enfrentarse de inmediato... Y en lo único que ha cambiado de veras es en la cantidad de veces que utiliza el teléfono móvil. Ya es capaz de entrar en el plató con el adminículo.

El otro día le dijeron: "Prepárate el traje para los Oscar". Y ella respondió: "¡Qué va!". Le habrán perseguido para que dé exclusivas, pero su vida privada está cerrada a cal y canto. Tiene dos hijas, que son su éxito en la vida, y tiene el dolor intensísimo de haber perdido a una, María... Tiene misterio, belleza. De su interpretación en Mar adentro han destacado su intensidad, la capaz de transmitir dolor sin tener que mover un músculo. Con ese poderío ha entrado sin discusión en el mundo del cine, y por derecho propio acude a los Goya, a los 39 años, como la revelación de la temporada. Ella no se lo creía, pero tuvo un aliado que ahora siempre se alegra por ella, cada vez que habla del éxito de Mar adentro: Alejandro Amenábar.

Belén Rueda.
Belén Rueda.

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