No matéis a mi padre
El día 24 de diciembre, como ya viene siendo habitual, una panda de "graciosos" se dedicaron a poner petardos en Canillejas. Pudieron matar a mi padre. Hubo suerte, y estaba abriendo la puerta del coche cuando casi perdió el conocimiento de la impresión y tuvieron que atenderle dos personas que pasaban por allí, porque terminó en el suelo. Si hubiera ido conduciendo, se habría estrellado contra algo. ¿De verdad es necesario contaminar la Navidad con petardos y tracas? Por favor, si es imprescindible que tiréis petardos, hacedlo en un descampado donde no molestéis a nadie.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.