José Libertella, fundador del sexteto mayor
El músico argentino José Libertella falleció el 8 de diciembre, tras un ataque cardiaco, mientras paseaba por París. Tenía 71 años. Libertella, bandoneonista, compositor, director y arreglista, tenía que tocar esa misma noche con el Sexteto Mayor en el teatro André Malraux, de Rueil-Malmaison. Sus compañeros tomaron la decisión de no cancelar el concierto y lo dedicaron a su memoria.
Días antes, en el teatro de los Campos Elíseos, había comentado: "Para cualquier músico argentino, especialmente para los que hacemos tango, tocar en París siempre significa el sueño de una carrera que muchos acarician y otros repetimos seguido". El también bandoneonista Juan José Mosalini declaró a la agencia France Presse que con él "se pierde uno de los grandes del bandoneón, pero también un luchador empedernido que trabajó toda su vida para mantener la imagen del tango en el mundo".
Pepe Libertella había nacido en Italia, en el pequeño pueblo de Calvera, el 9 de julio de 1933. Llegó a Argentina siendo un bebé y creció en una casa modesta en Villa Lugano. Recordaba que no hacía falta tener radio entonces para escuchar el tango. "Con una radio en la cuadra bastaba, porque era como si Buenos Aires fuera todo un cielo de tango. Yo nunca me sentí extranjero".
A partir de 1948 tocó el bandoneón en orquestas como las de Osmar Maderna o Carlos di Sarli. Y grabó con el cantante Ángel Vargas. En 1959 armó una orquesta para Miguel Montero y luego otra para Edmundo Rivero hasta formar la suya propia en 1966. El 29 de abril de 1973, junto a Luis Stazo, debutó con el Sexteto Mayor en la Casa de Carlos Gardel. Años duros para la música de Buenos Aires.
Con el Sexteto recorrió el mundo. En 1981, inauguró Les Trottoirs de Buenos Aires en París en presencia de Julio Cortázar, Yves Montand y Paloma Picasso. Más de 700 ciudades pudieron escuchar en directo al sexteto porteño y más de veinte discos recogen sus grabaciones. En 1995, el Sexteto Mayor ganó el premio Konex de Platino, a la mejor orquesta de tango de la última década, y el año pasado el Gardel de la Cámara Argentina de Productores Independientes de Fonogramas por su disco Homenaje a Piazzolla. A principios de mes habían recibido el Premio a la Trayectoria otorgado por el Fondo Nacional de las Artes.
Se ganó fama de tenaz. "Pensar que cuando debutamos creíamos que el Sexteto iba a durar quince días", contaba en el diario Clarín. "Nada de genio ni de eximio. No importa. Pepe fue un ejemplar hermoso y digno de laborante del tango, de meta y ponga, de dejar la vida arriba de la caja negra", ha escrito Natalio Gorín, autor del libro Astor Piazzolla. Memorias.
El Sexteto Mayor, que fue dejando en el camino a músicos como Armando Cupo o Kicho Díaz, combina un repertorio de tango tradicional con obras de Astor Piazzolla. Participó durante diez años en Tango argentino, espectáculo musical basado en la revista porteña, estrenado en 1983 en París y un gran éxito en Broadway.
Y, desde 1992, en el no menos exitoso Tango Pasión. Él lo explicaba con sencillez: "Hacemos un tango audible". Entre las obras destacadas de Libertella se citan Rapsodia de arrabal o Universo. El velatorio se realizó en el Salón Juan Domingo Perón de la Legislatura, en Buenos Aires, y está enterrado en el Panteón de Músicos de SADAIC del cementerio de Chacarita.-
