Hotel de lujo y de referencia

"Faltaba en la ciudad un magnífico hotel de referencia". Así presentó ayer la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el diseño definitivo del futuro hotel de superlujo, de cinco estrellas, que se emplazará en el edificio de La Lanera, construido para la Exposición de 1909, y que recibirá el nombre de Hotel Westin Alameda Valencia. El propietario es el Ayuntamiento, aunque lo explotará por un periodo de 75 años Bancaixa, que ha cedido su gestión durante 15 años a la cadena internacional Westin, operadora de hoteles como el Palace de Madrid o el María Cristina de San Sebastián.

La entidad financiera invertirá 30 millones de euros en la rehabilitación (de la fachada) y construcción de un hotel que tendrá 136 habitaciones (muchas con terraza), entre ellas una suite presidencial de 178 metros cuadrados y seis suites junior de entre 52 y 65 metros cuadrados. Además ofrecerá servicios de spa y de gimnasio (850 metros cuadrados), dispondrá de un salón de banquetes para 417 comensales, convertible en tres salas de reuniones, y un aparcamiento para 132 plazas. Restaurantes, bares y cafeterías y un jazz-club completarán la oferta.

Barberá y el presidente de Bancaixa, José Luis Olivas, anunciaron que el hotel podrá abrir sus puertas al público en mayo de 2006, es decir, justo para "las prerregatas de la Copa del América", apostilló la alcaldesa, cumpliendo con el compromiso adquirido con la empresa organizadora ACM de tener la infraestructura preparada antes de la competición final.

"Será un hotel de referencia", insistió Barberá, al tiempo que incidía en que Valencia es la única ciudad de su tamaño en España que no tenía un hotel de superlujo enclavado en un edificio histórico. Su rasgo arquitectónico más distintivo será su patio interior de 1.800 metros cuadrados, sobre el que recaerán buena parte de las habitaciones y en el que se plantará un jardín mediterráneo, así como el diálogo que se establecerán entre la remodelada fachada exterior y la nueva del interior, según apuntó el arquitecto del proyecto, el valenciano José María Tomás.

El interiorismo correrá a cargo de la empresa Hotel Design Consulting, siendo el coordinador de este apartado el valenciano Luis Navarro-Olivares. La iluminación será de Lighting Design International.

Olivas señaló que Bancaixa espera hacer negocio con esta explotación y afirmó, en contestación que el Westin Alameda vendrá a cubrir un "segmento de hotel de lujo superior que no había en Valencia; hay un nicho de mercado". Respondía así a la pregunta sobre el encaje del proyecto en un momento en que los profesionales del sector hablan de saturación en Valencia de nuevos hoteles. De inmediato, tomó la palabra la alcaldesa para rechazar tal saturación, al menos "a medio plazo", porque Valencia se está consolidando como destino turístico, con una ampliación constante de la oferta. "Las posibilidades turísticas de Valencia no terminan y no podemos parar", añadió tras citar los polos de atracción turística como la Copa del América, l'Oceanogràfic, toda la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, el Palau de Congressos, Fira València, el Circuit de Cheste o el futuro Bioparc (del que sugirió que la Generalitat podría participar). También se refirió a la proyección que tendrá la ciudad con un nuevo estadio capaz de albergar no sólo grandes competiciones deportivas, sino también grandes conciertos.