"Damos menos de lo que podemos"

Arrigo Sacchi, el nuevo director de la sección de fútbol del Real Madrid, se reunió ayer por la mañana con Mariano García Remón, el entrenador del equipo. Luego, por la tarde, se volvió a reunir con él. Evidentemente, tenían, tienen, mucho de lo que hablar. La situación lo exige.

Entre medias, Sacchi sí que pudo sonreír, gesticular moderadamente, recibir la luz cenital de los focos en su calva casi completamente esférica y advertir, entre líneas, de los males que, a su juicio, propician la crisis blanca: "El equipo da menos de lo que podría dar. Falta asimilar el porqué y solucionarlo". Flanqueado por Emilio Butragueño, el vicepresidente y director deportivo deñ club, apeló después tibiamente al compromiso de los futbolistas, que "deben mostrarse más orgullosos y más serios, tener más ilusión y alegría y saber la camiseta que visten".

"García Remón tiene toda la confianza del club. Es leal, competente y muy de la casa"

En su preámbulo en la presentación oficial a la prensa de Sacchi, Butragueño quiso explicar brevemente el nuevo organigrama madridista. "Es el responsable de todo el fútbol; de desarrollar y planificar nuestra política, incluida la de la cantera. No viene a entrenar", zanjó antes de ceder la palabra al ex técnico del Milan y ex seleccionador italiano, que reforzó sus palabras: "Ya no me gusta entrenar. Y un hombre tiene que hacer lo que le gusta hacer".

A García Remón, que el miércoles, tras la derrota ante el Sevilla (0-1), le preguntaron si arrojaría la toalla y dijo que no, sí le gusta entrenar. Y, según Sacchi, "tiene toda la confianza del club porque es leal, competente y muy de la casa". El director del fútbol aseguró que todo lo referente a las alineaciones, concentraciones y horarios de entrenamiento seguirá en manos de García Remón, que, a su vez, le alabó. "Nuestra charla ha sido muy productiva. Las sensaciones son buenas. Él es un hombre del fútbol y está intentando enterarse lo más rápidamente posible de lo que es el club y los problemas que tiene", comentó en la página web del Madrid.

En general, Sacchi se mostró prudente. Alegó su poca antigüedad, un día, en el club para replicar que aún no tiene nada decidido -"ni refuerzos de futbolistas ni cambio de preparador"-, aunque no descartó nuevas contrataciones. Eso sí, dibujó con su discurso una ligera deriva del plan del Madrid en los últimos años. "Para mejorar hay que buscar algo más que Zidanes y Pavones", reflexionó. "El presidente, Florentino Pérez, tiene una idea clara de lo que quiere, pero lo cierto es que me ha fichado porque todos los esquemas se pueden mejorar", insistió. De todos modos, negó cualquier contacto para hacer contrataciones en el mercado de invierno -"no me ha dado tiempo"- y, además, argumentó que no tiene "la costumbre de hacer las cosas solo, sin consultarlas". En su equipo permanece Ramón Martínez, uno de los dirigentes del fútbol, cuya función queda más oscurecida por su llegada.

"No soy un mago. No puedo dar solución de manera inmediata a todos los problemas", comentó asimismo Sacchi al tiempo que reconoció que la imagen dada por el equipo ante el Sevilla "fue mala". Tan mala que ése que disputó el encuentro "no era el Madrid". A continuación, matizó que "no se ha cerrado un ciclo" y capeó la sugerencia de que algunos jugadores, algunas figuras, están envejeciendo y sus contratos con la entidad son muy largos.

Sobre el estilo de juego que quiere imponer, Sacchi expresó su convicción de que "para ganar hay que jugar bien". A ese respecto contó una anécdota de cuando entrenaba a Marco van Basten en el Milan. El delantero holandés le preguntó que por qué a los demás conjuntos les bastaba con vencer y, sin embargo, ellos debían convencer. Sacchi recurrió a que el público busca "un divertimento" y reconoció que el fútbol italiano es con frecuencia "muy aburrido". "Los gustos del público español son distintos de los del italiano", confesó.

El prestigioso técnico también recordó su paso previo por Madrid como preparador del Atlético. En su opinión, Jesús Gil no tuvo paciencia y le echó después de tres derrotas consecutivas y a pesar de la oposición de su hijo Miguel Ángel. Arguyó que, cuando se marchó, el club estaba arriba y que luego "se fue a Segunda".

Sacchi se hizo célebre en el Milan con Silvio Berlusconi, el presidente del Gobierno italiano, como dueño del club. Precisamente, Berlusconi llamó a Pérez para felicitarle por "el golpe" dado.

Tras los flashes, Sacchi se volvió a meter en un despacho con García Remón y Butragueño y prosiguió sus sesiones de trabajo. El Madrid está a 13 puntos del Barcelona. Y él mismo reconoce que es "mucha distancia", aunque también puso una nota "optimista": "El Barça recuperó más, 18, al Madrid en la temporada pasada".