El rey del fútbol se llama Ronaldinho

El barcelonista Ronaldo de Assis Moreira (Porto Alegre, 1981) fue elegido ayer (620 votos), en Zúrich, el mejor jugador de 2004 por los seleccionadores que se agrupan en la FIFA y, por primera vez, por los capitanes de los equipos nacionales y la Federación de Futbolistas Profesionales. El delantero brasileño sucede al centrocampista francés y madridista Zinedine Zidane, que también ganó en 1998 y 2000. Otro francés, el delantero Thierry Henry, del Arsenal, fue segundo (552), como en 2003, y Andrey Shevchenko, el ariete ucraniano del Milan que la semana pasada fue premiado por la prestigiosa revista France Football con el Balón de Oro, acabó el tercero (253). Por detrás, el centrocampista checo Pavel Nedved, del Juventus, cuarto, y Zidane, quinto.

Acompañado de su familia y de una representación del Barcelona, encabezada por el presidente, Joan Laporta, y el vicepresidente deportivo, Sandro Rosell, Ronaldinho viajó en un avión privado a Zúrich, a su reconocimiento mundial, tras el entrenamiento matinal. "Para mí", afirmó, "haber sido seleccionado ya era un honor. Quiero dar las gracias a mis compañeros del Barça porque, sin su ayuda, no habría logrado el premio". Y remachó. "Estoy muy feliz en Barcelona. Y ahora sólo aguardo a que consigamos muchas victorias con el equipo".

Ya se rebosaba optimismo antes del acto. "Ronaldinho es la esencia del espectáculo. El hecho de estar nominado prueba que se están haciendo bien las cosas. Él y los futbolistas incorporados hacen que el Barça vuelva a ser un club admirado", expresó Laporta. "Gracias a este jugador, el club, además de hacerse grande, ha cambiado la dinámica de negativa a positiva", apostilló Rosell.

También se pronunció Frank Rijkaard, el técnico: "Ronie se merece el premio por su gran año, aunque, si no lo hubiera conseguido, no estaría decepcionado porque ya es una gran cosa que esté ahí. Y eso es muy positivo para el jugador y para el Barça".

La nota de distinción la puso Henry, especialmente sensibilizado por los últimos altercados racistas que ha vivido el fútbol. El extremo al que en su día aludió con términos xenófobos el seleccionador español, Luis Aragonés, en una arenga a Reyes, portó un brazalete blanco y negro en señal de protesta por los recientes brotes de racismo. "Desde el campo, los jugadores poco podemos hacer, pero así expreso cómo me siento. Quizás sirva para que el público haga algo. No creo que cambie la mentalidad de esa gente, pero igual sí se logra una victoria de hora y media cada fin de semana", explicó.

Acompañado por las voces de los famosos presentadores, Ian Wright -ex goleador del Arsenal- y Kelly Dalglish -hija de Kenny Dalglish, reconocido futbolista escocés que destacó en el Liverpool de los 70-, Ronaldinho recogió el galardón. Aunque debía de procesar los nervios por dentro, lo hizo con su sonrisa de siempre, con su alegría característica. No era para menos, pues le ha dado resultado seguir su lema: "En todas partes, en todas las profesiones, es difícil hacerse un hueco. Cuando la técnica es parecida, como en Brasil, no hay que rendirse nunca. Y trabajar sin descanso".

La elección del astro brasileño ratifica y valida el sobrenombre de la Liga española, la de las Estrellas: cinco de los seis últimos galardones han recaído en el Madrid -Figo en 2001, Ronaldo en 2002 y Zidane en 2003- y el Barça -Rivaldo en 1999 y Ronaldinho en 2004-. Además, 12 de los 35 finalistas de ayer pertenecen a conjuntos españoles: siete al Madrid, cuatro al Barça y uno al Valencia.

Eto'o, el aliado de Ronaldinho, le instó, con humor, a una invitación: "Se lo merece. Pero ahora espero que se pague algo, porque, si no, será un tacaño.". De momento, Ronaldinho ha demostrado todo lo contrario sobre el césped: rescató al Barça de una crisis y le guió hasta completar un curso espléndido, aunque falto de títulos.

La FIFA, en el año de su centenario, así lo reconoció y le convirtió, después de Romario, Ronaldo y Rivaldo, en el cuarto brasileño FIFA World Player. "El mejor Ronie está por llegar", se despidió el azulgrana, como anunciando su intención de repetir el premio.