Las bases de UPN dan la espalda al sector crítico y refuerzan el poder de Miguel Sanz

El Consejo Político de UPN, su máximo órgano entre congresos, ratificó en la noche del sábado la apuesta de su líder, Miguel Sanz, por reforzar el carácter presidencialista de la formación que gobierna Navarra. El Consejo apoyó por amplia mayoría la propuesta de Sanz de reducir de cuatro a dos los cargos de la cúpula del partido y dejar en manos de un pequeño comité de siete personas la confección de todas las listas electorales.

UPN ha introducido además en su programa la exigencia de eliminación de la Disposición Transitoria cuarta de la Constitución, que regula el mecanismo para una posible incorporación de Navarra al País Vasco.

Sanz ganó con facilidad el pulso lanzado contra sus pretensiones por el sector crítico encabezado por el número dos del partido, Rafael Gurrea, y por el actual vicesecretario, el senador José Cruz Pérez Lapazarán. Tras más de cuatro horas y media de reunión, los 180 miembros del Consejo rechazaron las enmiendas de ambos por 150 votos en contra, 24 a favor y cuatro abstenciones. A continuación, los delegados aprobaron por unanimidad las ponencias ideológica, programática y de estatutos que serán refrendadas en el séptimo congreso de la formación regionalista, que se celebrará en marzo, además de corroborar que el partido hará campaña por el sí a la Constitución europea.

Comité de listas

El resultado es que, a partir de 2005, en UPN sólo habrá un presidente y un secretario general. La figura del vicesecretario desaparece y los estatutos dejan en manos del presidente la decisión de nombrar o no a un número dos del partido. Además, todo el poder de confeccionar las listas electorales queda en manos de un comité de siete miembros que las propondrá y no del Consejo Político como pedían los críticos. La definición dada a ese comité garantiza la aprobación de las propuestas que haga el presidente del partido, ya que controlará la designación de cuatro de sus siete miembros.

Tanto Sanz como Gurrea y Pérez Lapazarán quitaron importancia al enfrentamiento. Con todo, el presidente de Navarra y de UPN reiteró que las enmiendas rechazadas conducían al partido a un "asamblearismo" inaceptable [hace varios días había señalado que asimilaban a UPN con Batasuna] y dejó entrever que tras el congreso Gurrea y Pérez Lapazarán desaparecerán de la dirección del partido. El senador aseguró ayer que ambos aceptarán las decisiones sobre su futuro que los órganos dicten, aunque matizó que la amenaza de Sanz de no presentarse a la reelección "enrareció" el debate y pudo generar "temor" en algunos consejeros a la hora de pronunciarse.

Sanz dijo confiar en que no se replantee el debate de cara al congreso y los críticos aseguraron que han arrojado la toalla por falta de apoyos.