Bullock redime al Madrid

El Ricoh Manresa perdió ayer la oportunidad de imponerse a uno de los grandes. Tuvo al Madrid de Maljkovic contra las cuerdas durante 30 minutos, pero en el deporte sólo suma el que llega primero al final y éste fue el equipo blanco.

Perdía el Madrid por 15 puntos (58-43 tras un triple de la última incorporación del conjunto catalán, Schmidt) en el tercer cuarto y tan sólo pareció maquillar el resultado cuando, en el minuto 30, el marcador le dejaba diez puntos por debajo. En los últimos minutos del tercer cuarto, el Manresa había aceptado un juego de intercambio de canastas, apoyado por un buen nivel de acierto en el juego interior y el exterior. Los jugadores del Madrid estaban apabullados ante el derroche físico que les planteaba el conjunto catalán, que entrena Ricard Casas, pero en el último cuarto despertó Bullock.

Anotó una, dos, tres veces, tantas como quiso hasta hacer añicos el aro manresano. En un plis plas, Bullock dejó en miseria la ventaja manresana. El Madrid logró un parcial de 2-16, tomó una ventaja de 4 puntos, la máxima de que dispuso en este periodo (64-68) y supo jugar mejor que el conjunto local los minutos de presión. El Manresa llegó a empatar a 74 a falta de poco más de dos minutos, pero en el tramo final Bullock sentenció desde la línea de tiros libres.

La esperanza de recuperar el partido se mantuvo hasta el último suspiro. A tres segundos del pitido final, el Madrid perdió una pelota tras resbalar uno de sus jugadores, pero el trío arbitral decidió no pitar pasos e irse a la ducha. El presidente del Manresa, Josep Vives, no pudo aguantar más y exigió "respeto" hacia sus profesionales, una petición a la que se sumaron jugadores emblemáticos en el club como Ferran Laviña y el mismo entrenador, Ricard Casas, un hombre poco dado a la crítica a los árbitros.

Bozidar Maljkovic, por su parte, lamentó la endeblez defensiva de los suyos y, fiel a sus convicciones, afirmó que la clave de la victoria cabía buscarla en una mejoría de la actitud defensiva que se tradujo en eficacia ofensiva. Suerte que Bullock lo interpretó así: acabó con 35 puntos y un 39 de valoración ACB.