Oliveira y Edú, uñas afiladas
El Betis llega al 'derby' con el Sevilla con su dúo brasileño, autor del 75% de sus goles, en forma
Los enfrentamientos entre el Betis y el Sevilla, el Sevilla y el Betis, estaban siendo bastante predecibles en los últimos cursos. El Betis se creía obligado a defender un estilo de juego tan alegre como inadecuado para la calidad de su plantilla y acababa empatando o perdiendo frente al otro equipo de la ciudad. Además, no se sabe cómo o por qué, el Sevilla rentabilizaba las igualadas como si hubieran sido victorias, tal y como bien subrayó días atrás el defensa bético Juanito. Pero el duelo de hoy puede ser diferente. El Betis es diferente.
Llorenç Serra Ferrer ha eliminado las exigencias de jarana futbolística como esencia del juego del Betis y la ha sustituido por la de ganar o, como mínimo, puntuar. Cuenta con dos aliados inesperados, los brasileños Edú y Oliveira. Inesperados, porque supo que contaba con Edú cuando ya había diseñado su estrategia para la temporada y porque Oliveira le demostró que sus arrancadas descomunales y sus caídas desde la izquierda eran bastante más atractivas que el papel que le había asignado por el centro puro y duro.
Se deshizo Serra Ferrer a las pocas semanas de su garabato de equipo prediseñado -con dos líneas de cuatro, un mediocentro y un ariete- y acudió a la realidad cualitativa de sus jugadores con dos pivotes, Edú de enganche y Oliveira con libertad para escorarse a la bandas y, desde allí, desbordar a todo quisque con la potencia descomunal que están ofreciendo sus piernas desde el comienzo de la temporada. La presencia de Joaquín en la banda derecha -más por jerarquía que por juego- le orilla hacia la izquierda, desde donde se ha exhibido con arrancadas que han terminado en gol contra conjuntos de la entidad del Barcelona o el Madrid.
"Me gusta la presión, me gusta asumir la obligación de meter goles y que la afición me exija que los meta". Así, más chulo que un ocho, se presentó Oliveira ante los béticos. Probablemente, alguno se llevó la impresión de que el nuevo fichaje era un poco fantasmón, pero el brasileño se ha encargado de demostrar que lo suyo no es presunción, sino hechos. Oliveira ha marcado nueve goles en las quince jornadas de Liga que ha disputado su equipo hasta hoy. El Betis ha encontrado en él al ariete que no llegaron a ser ni João Tomas, ni Casas, ni Oli, ni Palermo, ni Dani. Un puesto que logró remendar en los dos últimos cursos con su calidad y sacrificio Fernando, pero que llevaba años sin satisfacer. Oliveira es tan bueno que ha permitido que Serra Ferrer disponga hasta de ocho de sus jugadores de campo para tareas de contención -tal y como se exhibió en su victoria ante el Barça-, dejando lo de derribar al contrario al delantero y a Edú.
El descenso del Celta le pareció insoportable a Edú, que ordenó a su agente la negociación a todas las bandas que fuera pertinentes. Llegó a sonar como refuerzo para el Barcelona o el propio Sevilla, aunque después se ofreció al Betis hasta con falta de decoro. "Parece que ha salido de los juveniles y que en su familia son béticos desde chicos", bromeó el presidente bético, Manuel Ruiz de Lopera, poco antes de anunciar su fichaje.
La historia de Edú es muy diferente a la de Oliveira, que salió del Valencia tras el ninguneo continuo de su entonces entrenador, Rafa Benítez. Pero, al igual que éste, tiene unas ganas locas de demostrar que es más que válido para la élite. Con el equilibrio que sólo tiene los que tienen piernas cortas y la pillería de los buenos centrocampistas, Edú ha marcado seis goles, ha dejado en bandeja dos y ha vuelto locas con sus diagonales a todas las defensas a las que se ha enfrentado. Esta vez, el Betis sí tiene uñas. Y afiladas.
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