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Tres reclusos fallecen en sus celdas de Nanclares de la Oca y Zuera

Tres reclusos fueron hallados muertos en sus celdas ayer a las ocho de la mañana, la hora del relevo de los funcionarios y del recuento de los presos, según fuentes de Instituciones Penitenciarias. Dos en la cárcel de Nanclares de la Oca (Álava) y uno en la de Zuera (Zaragoza). En lo que va de año en la prisión de Zaragoza han muerto un total de 10 personas de una población de 1.656 reclusos, y en Nanclares tres de 752 internos.

Los dos muertos de Nanclares estaban en tránsito y llegaron al centro penitenciario, donde ocupaban celdas individuales, el pasado viernes. A. M. H., de 30 años y natural de Sevilla aunque afincado en Bilbao, estaba condenado por robo a varias condenas que sumaban 20 años de prisión. Los funcionarios de la cárcel le encontraron colgado de la puerta de la celda con un cinturón de albornoz. Llegó a Nanclares procedente de Alicante para acudir a un juicio pendiente en Vitoria, que se celebró el pasado martes. A. M. H. llevaba entrando y saliendo de prisión desde 1990.

El segundo recluso que fue encontrado ayer muerto en la prisión de Nanclares, M. R. V., era natural de Las Palmas y tenía 21 años. Estaba en tránsito hacia la prisión de Palencia y venía desde la de Lugo. Cumplía un condena de tres años y tres meses por robos y lesiones y llevaba en prisión desde 2003. Su salida para Palencia estaba prevista para hoy.

Antecedentes de drogas

M. R. V. fue hallado muerto en su cama sin ninguna señal de violencia. Instituciones Penitenciarias, que avisó a la policía judicial, indicó que la causa de la muerte se determinará por una autopsia. Este recluso tenía antecedentes de toxicomanía, aunque no se le encontró ninguna marca externa de violencia ni de haberse inyectado drogas. Los reclusos con estos antecedentes suelen acumular fármacos que consumen de forma acumulada, pero se desconoce si el fallecido actuó de esta forma. Estaba en segundo grado penitenciario.

El tercero de los reclusos fallecido ayer, en la prisión de Zaragoza, fue N. M. T., de 23 años y natural de Valencia. Estaba condenado a 14 años por robo con lesiones. Llevaba en prisión desde 1999. N. M. T. fue encontrado colgado de un cinturón de su litera. Su compañero de celda no se enteró hasta la mañana de la muerte, ya que dormía durante el incidente. Las literas de las prisiones son de obra y no están unidas, motivo por el que las vibraciones no despertaron al compañero.

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España contaba con una población reclusa a finales del primer semestre de 51.310 personas y en ese periodo se contabilizaron 17 suicidios. El pasado año se cerró con 27 suicidios sobre una población carcelaria de 48.640 individuos. En 2002 los suicidios fueron 22 y la cifra de reclusos en las cárceles era de 44.909 personas. Desde Instituciones Penitenciarias se asegura que la cifra de suicidios se mantiene en la misma proporción año tras año.

De los diez reclusos fallecidos este año en Zaragoza, en cuatro casos se debió a causas naturales, uno fue por droga, otro por sida, dos se suicidaron y en otros dos casos todavía hay que determinar la causa de la muerte con autopsias. En Nanclares, desde enero de este año, han muerto tres internos: los dos hallados ayer y otro que falleció por sida.

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