Los grupos acusan de mentira, engaño y deslealtad al PP por excluirse del pacto de impulso democrático

El PP demostró ayer que, como apunta Jordi Pujol, los políticos son el único gremio del mundo que se dedica con pasión a denigrar su oficio. El grupo popular se salió ayer definitivamente del acuerdo de impulso democrático que ha estado negociando durante tres meses y echó la culpa al resto de los partidos de querer excluirlo. En una tensísima Junta de Portavoces, que provocó en algunos veteranos funcionarios vergüenza ajena, los partidos firmantes del acuerdo de impulso democrático (PSOE, IU y PA) acusaron al PP de "mentira", "engaño", "deslealtad" y de "echar basura" a la política.

El PP bloqueó que el Parlamento aprobase en el pleno de ayer y hoy un paquete de hasta cinco leyes pactadas en el acuerdo que mejora las reglas del juego democrático para todos, ya que era necesaria la unanimidad para su tramitación. El portavoz popular justificó su oposición al pacto en que "no hay garantías" para su cumplimiento y que el resto de los partidos han preferido "excluirlo [a su partido]" porque buscaban "una foto a tres". A IU y PA, el portavoz popular les recriminó que respaldaran el pacto "siendo oposición".

Sanz escuchó con la cabeza gacha y con el semblante muy serio una retahíla de durísimos reproches de los portavoces de PSOE, IU y PA, que llevaban dos semanas conteniéndose a la espera de que el PP, que alegaba "problemas de agenda", "flecos sin cerrar" y "avances importantes, pero insuficientes", pudiera firmar el acuerdo. En la penúltima ronda de negociación, el PP agregó otros asuntos ajenos al acuerdo, como garantías sobre el control de la Diputación de Almería y un pacto "firmado" sobre los nombramientos del director de RTVA y del jefe de informativos.

"Sanz siempre nos manifestó que era posible seguir adelante", afirmó Concha Caballero, quien aseguró que los negociadores se comprometieron "a no engañar y ser claros". Mirando al popular le dijo: "La palabra dada es la palabra empeñada".

Tanto Caballero como el socialista Manuel Gracia y el andalucista José Calvo aseguraron que lo que las críticas que manifestaba el PP a la prensa -en materia de indemnizaciones a los directores generales, estatutos de los ex presidentes o RTVA- "en ningún caso" se lanzaron en la mesa de la negociación. Fuentes del PSOE negaron que, como afirmó ayer Sanz, el PP mandara por escrito sus propuestas e indicaron que, en la conversación del presidente regional del PP, Javier Arenas, como el presidente de la Junta, Manuel Chaves, el popular se comprometió a no convertir en una polémica el estatuto de los ex presidentes autonómicos, que ya tienen regulados otras comunidades.

Sueldos "de mierda"

Lo que más dolió a los grupos es que el PP lanzara la idea de que las indemnizaciones a los diputados y altos cargos -que cobrarán tres meses de asignación por legislatura si no tienen trabajo o no se incorporan de inmediato a sus puestos- eran una especie de "blindaje" y que el secretario general del PP, Juan Ignacio Zoido, horas antes afirmara que hay un "auténtico abuso de los fondos públicos". Les dolió no sólo por que el PP no puso nunca una pega a este asunto, sino porque, además, Sanz afirmó en las reuniones privadas que las asignaciones para los diputados "eran una auténtica mierda", según contaron ayer los negociadores.

"Yo, señor Sanz, cobro 340.000 pesetas y Zoido [miembro del Consejo de Administración de RTVA] gana cuatro veces más, así que no puede hablar de blindaje", dijo Caballero, quien acusó al PP de "presentar una cara negra de la política", cuando el acuerdo supone un endurecimiento de la ley de Incompatibilidades, mayor transparencia de los ingresos, bienes e intereses de los políticos que se colgarán de Internet o mayor control de la oposición sobre el Gobierno.·

José Calvo (PA) acusó al PP de "echar mucha basura a la política" y preguntó al PP si sus diputados iban a renunciar a las indemnizaciones a las que van a tener derecho. Sanz no contestó a esta pregunta.

El socialista Manuel Gracia abundó en esos aspectos y dejó al PP en la más absoluta de las intemperies cuando detalló una a una las propuestas que el PSOE estaba dispuesto a asumir y que el PP no quiso porque, a su juicio, "hay una agenda oculta del PP y de Javier Arenas".

Según la versión de Gracia, el PSOE propuso ayer al PP sacar a los directores generales del acuerdo, dejar en el aire la asignación mensual a los presidentes -ambos asuntos se regularían por decreto y el PP tendría plena liberta de crítica y oposición-, incluir en la ley de Publicidad Institucional que el Gobierno informe con carácter previo de sus campañas y un texto de compromiso sobre los contenidos de la RTVA, cuya reforma legislativa está en tramitación. "Yo no he recibido ninguna respuesta", dijo Gracia, ante un Sanz cabizbajo.

La decisión de aislarse del PP no ha gustado a muchos de sus diputados que no entienden que se pueda ir a una negociación con ánimo de romperla al final.

Gracia dijo que a la vista de lo sucedido habrá que "recomponer una mínima relación de confianza", después de que el PP se "haya apuntado al discurso de la basura y de la demagogia".