John Landis dice que Hollywood ya no existe porque está en manos de firmas extranjeras
El cineasta y actor John Landis (Chicago, EE UU, 1950), autor de películas celebérrimas como Desmadre a la americana, Granujas a todo ritmo, Espías como nosotros o Los Blues Brothers por citar sólo cuatro títulos de los más de 30 que incluye su filmografía, certificó ayer en Sitges la muerte de la meca del cine. "Hollywood ya no existe. Ahora sus dueños son japoneses, alemanes, británicos... De todas partes, menos americanos. Ha pasado a ser propiedad de multinacionales extranjeras", aseguró. "Ahora", añadió en rueda de prensa, "cada película es una subdivisión de una empresa gigantesca, y cuya finalidad muchas veces no tiene nada que ver con el cine. Vean, si no, lo que ha pasado con Lucasfilm -la productora de George Lucas-, que se ha convertido en una firma de juguetes".
Resultó paradójica esta última frase teniendo en cuenta que el director la pronunció rodeado de muñequitos de los personajes de Los Blues Brothers, cuya empresa patrocinaba su presencia en el Festival de Sitges, que anoche le entregó el premio honorífico La Máquina del Tiempo por su aportación al género fantástico. Vestido muy formal -chaqueta gris, camisa blanca y corbata-, Landis, con barba y gafas, parece más un circunspecto profesor que el artífice de locuras como Un hombre lobo americano en Londres o Entre pillos anda el juego. Ante los periodistas el director desplegó una gran locuacidad.
Raimi y Lucas
Siendo él uno de los impulsores en la década de 1980 de las comedias para adolescentes, defendió que en EE UU se siguen haciendo buenas películas del género, "aunque es significativo que las mejores las produce Pixar (dibujos animados", ironizó. "Cuando un filme tiene éxito popular se convierte en un producto comercial y, entonces, la crítica se lo carga. Los críticos destrozaron Desmadre a la americana, pero yo sigo pensando que su guión es buenísimo", sostuvo el director. En esta línea, lamentó que cuando "algo funciona, pretenda imitarse enseguida", o simplemente se multipliquen las secuelas. "Sam Raimi", ejemplificó, "es un gran cineasta, pero espero que haga algo que no sea Spiderman porque a veces el éxito se convierte en una trampa. Como en el caso de George Lucas, autor de inmensas películas como American graffiti, quien, por desgracia, ahora está en la industria de los juguetes".
En cuanto a él, aseguró que sigue en la brecha aunque lo último suyo estrenado aquí, El plan de Susan, data de 1998. Explicó que acaba de presentar en un festival de Turín su más reciente trabajo, un documental titulado Slasher, y que está preparando junto con otros directores de cine fantástico como David Cronemberg, Wes Craven, Raimi y John Carpenter una serie destinada directamente al DVD que se titulará Los maestros del terror y una película de encargo sobre una casa encantada -"será un poco tonta, como todas las del género"-. El título: Dones.
Babelia
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