"Hay más agresividad"
Felipe Reyes e Iturbe analizan la rivalidad entre el Estudiantes y el Madrid, que hoy se miden en la Euroliga de baloncesto
Felipe Reyes se reconoce como "el villano número uno" para la afición del Estudiantes, la Demencia. Iker Iturbe abandonó el Madrid por la puerta trasera. Ninguno de los dos oculta que los partidos entre los equipos madrileños de baloncesto, que hoy se enfrentan en la Euroliga, "significan para los jugadores y las aficiones más que los puntos". Ambos han militado en el rival: Reyes era el símbolo de Estudiantes hasta este curso e Iturbe cruzó hace dos años a la otra orilla en busca de mayor protagonismo. "Hay un cierto clima de tensión en estos encuentros. Cada vez hay más agresividad", reflexionan.
Las camisetas azules de los colegiales y las blancas de los madridistas se fundieron en octubre pasado en un remolino de brazos y piernas, de patadas y empujones. Ganó el Madrid en el marcador. Pero la pelea la perdieron ambos, que, con la cabeza gacha, concedieron que fue "vergonzosa". Garcés se pegó con Sonkó y Herreros recibió una patada. "Se nos fue la olla", resume gráficamente Reyes. "La verdad es que no nos comportamos bien", agrega Iturbe.
Estudiantes y el Madrid han trazado caminos divergentes en los últimos años: mientras el gigante blanco se desplomaba hasta quedarse fuera de las eliminatorias por el título de la Liga ACB, el cuadro colegial llegaba en la campaña precedente a la final. Esta vez tampoco se cruzan sus trayectorias: el Madrid está por arriba de la tabla y el Estudiantes por el medio. "No sé si hemos vuelto a intercambiar los roles", medita Reyes, que advierte: "Ellos empezaron mal, pero ahora están fenomenal y han ganado cinco partidos seguidos". Iturbe apostilla: "No sé... No puedo hacer un análisis. Pero nosotros estamos jugando mejor y ellos han perdido los tres últimos encuentros".
En lo que sí se muestran de acuerdo es en describir la vida de un jugador igual en los dos márgenes de la capital. "No hay ninguna diferencia en la labor cotidiana. Quizá, que ellos se entrenan más con el balón", razona el vitoriano de Estudiantes. "Gente de las dos plantillas quedamos a cenar juntos. Yo los conozco a todos, claro", añade Reyes. "Muchos hemos jugado en los dos equipos y tenemos una buena amistad", agrega Iturbe.
También concuerdan en dedicarse mutuamente elogios. Para Reyes, Iturbe "es muy listo, entiende muy bien el juego y es un grandísimo tirador. Su fuerte es la visión de juego y la confianza en sí mismo". Para su rival, el pívol cordobés, que formó parte de los júniors de oro que ganaron el Mundial del 99 en Lisboa ante Estados Unidos con Gasol, es "un gran reboteador": "Tiene una gran presencia en la pintura. Además, puede crearse sus propias opciones de tiro en el poste bajo porque maneja bien el balón para penetrar en la zona, algo que le gusta mucho". El único defecto de Reyes es "el tiro exterior", según el ala-pívot del Estudiantes.
Pero el propio Reyes reconoce otro defecto. Hasta el momento se ha puesto "nervioso" cuando se enfrenta a sus ex compañeros. "Todavía tiene, para mí, mucha carga emotiva el partido y en las ocasiones anteriores sí me ha afectado", asume, pero reivindica: "Cada vez me pongo menos tenso y en esta ocasión tengo muchas ganas". Iturbe también asegura que no se afronta un derby como cualquier otro choque. "Es uno de los partidos del año", subraya.
Para el vitoriano, el elemento que convierte el encuentro en un "acontecimiento" es el antagonismo de las aficiones: "Hay muchísima rivalidad". Dos grupos de seguidores distintos, según el jugador: "La afición estudiantil es de las mejores de Europa mientras que la del Madrid anima más o menos en función de los resultados del equipo". Las dos hinchadas, aunque tan distintas entre sí, comparten, sin embargo, cancha. Los dos equipos juegan en Vistalegre, aunque en esta ocasión los blancos ejerzan de anfitriones.
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