Transportes ensaya nuevos sistemas para reducir las muertes en carretera

El departamento de Seguridad Vial de la Consejería de Transportes ensaya desde hace meses tres nuevos sistemas para reducir los efectos de los posibles accidentes con el propósito de reducir las muertes que se producen al año en accidentes de tráfico. Los técnicos prueban en la red de carreteras las cunetas antivuelco, un tipo especial de asfalto o los amortiguadores de impacto.

Un grupo de técnicos trabaja desde hace meses en el ensayo de nuevos sistemas de seguridad vial que rebajen los efectos de los accidentes y eviten muertes. Son sistemas, en su mayoría, de seguridad pasiva porque están concebidos para actuar después del impacto.

Las nuevas terminales de barrera metálica todavía no se están ensayando, pero la consejería estudia colocarlas al principio y final de cualquier barrera metálica porque permiten absorber la energía de un impacto frontal hasta detener el vehículo y actúa al mismo tiempo como una barrera convencional en los impactos laterales, conteniendo el vehículo y reorientándolo en la dirección adecuada.

En la CV-36, a tres kilómetros de Valencia, y en el tramo entre Jérica y Caudiel, en la CV-725, los técnicos están sometiendo a prueba los conocidos como amortiguadores de impacto, que rebaja los efectos de cualquier choque cuando el coche se sale de la vía y choca contra alguna pila de puente, señal de tráfico o poste de carretera.

Un remedio contra los coches que acaban en la cuneta -construidas junto a los arcenes para evacuar el agua de la lluvia- son las cunetas antivuelco, la propuesta más novedosa, a juicio de la consejería, de las que está ensayando. Se ha probado con éxito en la carretera CV-50 Tavernes de Valldigna-Llíria, en un tramo de 500 metros de longitud, y en breve se experimentará también en la CV-390 Utiel-Casamedina y en la CV-222 de Castellón. El sistema consiste básicamente en colocar en la cuneta un canal drenante que elimine el desnivel entre la calzada y la cuneta, sin perder su capacidad hidráulica. No es una cuestión baladí, en opinión de los expertos, y a la vista del gran número de kilómetros de carreteras con cunetas de estas características. La cuneta se rellena con unas celdas de alta drenabilidad. "No sólo evita el desnivel sino que amplía la zona de frenado, ayudando a disminuir la velocidad de un vehículo incontrolado que se salga de la carretera", advierten.

El último sistema, el único de carácter preventivo, es un tipo especial de asfalto o lechada bituminosa. Los expertos han comprobado que la frecuencia de accidentes es mayor en las rectas que en tortuosos tramos llenos de curvas. En el primer caso el conductor se confía y tiende a pisar más el acelerador, mientras en el segundo supuesto éste extrema las precauciones ante la peligrosidad de la vía. La propuesta para reducir la velocidad es en este caso la utilización de lechadas bituminosas gruesas, altamente sonora cuando el vehículo excede los límites de velocidad. El ruido alerta al conductor y hace incómodo el trayecto por la sonoridad. La opinión de los expertos es que los tramos sean cortos para evitar que los conductores se adapten a esta incomodidad, pues en ese caso perdería efectividad.

En este momento se está probando en intersecciones, en curvas y en rectas que desembocan en rotondas. Esta técnica se ensaya en tres rotondas partidas de la CV-35, en la CV-50 y en la CV-60, entre otros.