"Sólo son palabras libres"
La artista plástica Eva Lootz es muy rubia, con ojos color miel y sonrisa a flor de labios. Nació en Viena en 1940, hija de padre austriaco y de madre húngara, pero sus palabras la convierten, inconfundiblemente, en ciudadana de Madrid. Aquí vive desde fines de los sesenta. Una cuestión de palabras, por cierto, ha transformado en objeto de polémica una instalación suya que permanecerá durante todas las navidades sobre el paseo de Recoletos.
Pregunta. ¿En qué consiste su ornamentación?
Respuesta. Se trata de un conjunto de unas doscientas palabras distribuidas en bandas alternas, cada 12,5 metros, a una altura de entre seis y ocho metros. Las bandas se van iluminando según una onda luminosa que sigue el doble sentido de la marcha sobre los carriles del paseo.
P. ¿Cómo recomienda mirarla?
R. Mientras se pasea a pie o se cruza en coche por la calzada.
P. La luz, ¿es de neón?
R. Hubiera resultado carísima. Por ello es de cordón luminoso. La ha montado una casa especializada de Puente Genil.
P. En un escenario navideño, ¿qué sentido tienen palabras como calaña, cuchillo o lujuria, empleadas por usted?
R. Sólo son palabras libres, atravesadas por oleadas de luz, y que actúan entre sí.
P. Algunas personas que se consideran bienpensantes las consideran malsonantes.
R. Las palabras no son malsonantes por sí mismas, lo son por el sentido que queramos darles.
P. ¿Las ha elegido con un sentido determinado o forman parte quizá de un relato?
R. Me he dejado llevar por el sentido del ritmo y por la aliteración.
P. ¿Qué entiende por aliteración?
R. Son los claros clarines de Rubén Darío. En España, la gente muestra una sensibilidad especial hacia esas repeticiones de letras o sonidos que yo empleo aquí. No he querido enviar ningún mensaje a nadie. No lo hay.
P. ¿Cuál es, pues, el no-mensaje de su instalación navideña?
R. No todo el mundo tiene una concepción de la Navidad basada en la dulzonería.
P. ¿Dulzonería?
R. Sí, lo empalagoso, lo hipócrita. Hay otras formas de ver el arte navideño o sentir la Navidad, más contemporáneas. Es interesante que afloren.
P. ¿Pone árbol, nacimiento o no pone nada?
R. No me cabe nada en casa, con tanto libro como tengo. Le diré que me encanta estudiar las palabras. Por ejemplo, noche y ocho suenan de manera muy parecida en decenas de lenguas.
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