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Reportaje:FÚTBOL | Liga de Campeones: concluye la primera fase

Sin público y frente a un rival afeitado

El Madrid se la juega ante un Roma repleto de suplentes

Santiago Segurola

Un partido crucial para el Madrid se ha convertido en un absurdo del fútbol. En el estadio Olímpico de Roma, escenario de los Juegos de 1960 y de la final de la Copa del Mundo de 1990, se disputará un partido que no hará honor a un campo de tanto prestigio. No se dan ninguna de las condiciones que han hechos célebres los duelos entre el Madrid y los equipos italianos. El estadio será la apoteosis del cemento. Clausurado por tres partidos tras los incidentes en el Roma-Dinamo de Kiev, el Olímpico estará vacío. Los espectadores están vetados, aunque difícilmente acudirían tras conocer la decisión del entrenador local, Luigi del Neri, que ha afeitado a su equipo de manera escandalosa. Casi sin excepción, los mejores jugadores del Roma han saltado de la convocatoria. No jugarán Totti, Cassano, Montella, Mancini, Mido, Chivu, Panucci y De Rossi. Alguno está lesionado, pero la mayoría ha recibido la orden de descansar. Nada motiva al equipo y quienes lo dirigen: ni la fanfarria publicitaria de un partido de la Liga de Campeones, ni medirse con el Madrid, ni salvar el honor en un torneo en el que el Roma ha ido de fracaso en fracaso, ni la posibilidad de ingresar algún dinero extra por la victoria y que no le vendría nada mal a un club que atraviesa momentos críticos en el capítulo económico.

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Un club desplomado

Frente a este equipo que da todas las señales de entregarse, el Madrid tiene la necesidad de ganar. Si lo consigue, dará el salto a la siguiente eliminatoria. Tal y como ha rodado el año, sería una noticia especialmente tranquilizadora para un club que vive entre sobresaltos desde hace demasiados meses. La derrota en la final de la Copa ante el Zaragoza, y aquello sucedió en marzo, significó el comienzo de toda clase de turbulencias. Tras las elecciones presidenciales, no hubo la paz acostumbrada en las sociedades en que el presidente es elegido con el apoyo del 92% de los votos. La insólita fuga de Camacho generó una inestabilidad que no se ha corregido. Si había dudas sobre las garantías de su plantilla, la precipitada dimisión del entrenador dejó al Madrid en una situación cercana al desamparo. No hay sensación de firmeza, y eso se ha traducido en una trayectoria irregular, con mejores resultados que fútbol y momentos dramáticos que el equipo ha superado con bastante coraje. Eso ha ocurrido fundamentalmente en la Copa de Europa.

El Madrid se encontró contra las cuerdas frente al Roma (0-2 en la primera parte), el Dinamo de Kiev (1-0 antes del tanto de Raúl) y el Bayer Leverkusen (0-1 en el primer tiempo). En las tres ocasiones, el Madrid tiró por la vía que menos le agrada: el fútbol intenso, de gran despliegue físico, con el costo que eso supone para un equipo con varias de sus estrellas por encima de los 30 años. Así ha llegado hasta Roma, con más dudas que certezas. Ahora se encuentra con todas las condiciones favorables para la necesaria victoria. Ni sentirá la presión del público, ni hará frente al ingenio de Totti, Cassano y demás competentes jugadores del Roma, que sacará a algunos jugadores desconocidos, como el joven Aquilani. Para gente como Ronaldo, Zidane, Raúl, Roberto Carlos, Casillas, Guti o Figo (si es que se recupera de su dolencia en el astrágalo) la empresa parece más sencilla que nunca.

Roma: Pelizzoli; Sartor, Dellas, Ferrari, Cufré; Mancini, Perrotta, Aquilani, Candela; Corvia y Delvecchio.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Samuel, R. Carlos; Guti, Beckham; Figo, Raúl, Zidane; y Ronaldo.

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