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Crónica:FÚTBOL | 14ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Espanyol se sale en Zaragoza

Un gol de Tamudo plasma la superioridad del equipo de Lotina en La Romareda

Jordi Quixano

Sólo hubo un equipo en la Romareda: el Espanyol. El Zaragoza, falto de tensión y descoordinado tanto en los movimientos ofensivos como en los defensivos, se limitó a correr detrás del balón, a verlas venir. Logro, no obstante, del conjunto blanquiazul, que, a base de paciencia, tesón y calidad, dominó de principio a fin el encuentro, que fue un monólogo. Miguel Ángel Lotina, calmado en todo momento en su área técnica, irradiaba felicidad. No era para menos. Desde que llegara en verano, siempre ha trabajado la posesión del balón, la salida desde atrás y los movimientos defensivos. Y ayer, sus hombres plasmaron a la perfección esa idea de juego tan determinada y, por el momento, eficaz. El Zaragoza no mostró el carácter necesario para llevarse los tres puntos; el Espanyol, sí.

ZARAGOZA 0 - ESPANYOL 1

Zaragoza: Luis García; Cuartero (Leo Ponzio, m. 45), Álvaro, Milito, Toledo; Movilla (Generelo, m. 75), Zapater, Galletti, Savio, Javi Moreno (Oscar, m. 60); y Villa.

Espanyol: Kameni; Ibarra, Lopo, Pochettino, David García; Ito, De la Peña (Alex, m. 71); Maxi, Dani, Óscar Serrano (Amavisca, m. 47); y Tamudo (Posse, m. 88).

Gol: 0-1. M. 30. Tamudo bate de tiro cruzado a Luis García tras recibir un pase de Dani.

Árbitro: Puentes Leira. Mostró tarjeta amarilla a Villa, Kameni Leo Ponzio y Movilla.

Incidencias: Cerca de 28.000 espectadores acudieron a La Romareda.

La afición maña también enseñó su carácter, ya que evidenció que no le ha perdonado a Dani, que el pasado verano prefirió la oferta del Espanyol a continuar en La Romareda. Le silbó, abucheó e injurió, pero, ante el ambiente hostil que le deparó la hinchada, Dani se acrecentó. Los dos conjuntos saltaron al terreno de juego con el mismo sistema táctico (4-4-1-1) pero muchos fueron los matices que decantaron la balanza a favor del cuadro catalán. Los dos mediapuntas hicieron relucir esas diferencias. Mientras que el del Zaragoza, Javi Moreno, se quedaba estático ante la buena circulación del balón rival, el del Espanyol, Dani, acudió siempre a los apoyos defensivos y fue el punto de referencia a la hora de atacar. Demérito, no obstante, del Zaragoza, porque pareció jugar con las líneas demasiado replegadas y atrasadas, lo que suponía que sus mediocentros, Movilla y Zapater, se encargaran de marcar a Ito y De la Peña en vez de a Dani. A su vez, ello propició que los dos centrales, Álvaro y Milito, dado que Dani se quedaba constantemente sólo entre líneas, salieran de su zona y dejarán, así, espacios en la retaguardia. Justo lo que necesita Tamudo para ser peligroso.

El captián del Espanyol, que reaparecía después de haber estado más de un mes lesionado, hizo valer su movilidad, inteligencia y rentabilidad sobre el césped. El tanto llegó de este modo, tras una jugada muy larga del Espanyol. Dani retrasó un poco su posición para recibir el balón y lanzó un pase por arriba hacia Tamudo, que, sólo porque Álvaro estaba desubicado y Milito le cubría por delante en vez de por detrás, cruzó el balón ante la salida, desesperada de Luis García.

Víctor Muñoz se desesperaba ante la carencia de empaque y de ideas de sus hombres, pero varió los personajes y no el escenario. No alteró el sistema táctico. Villa, que luchó ante la soledad, era el vivo retrato del equipo. Casi no tocó el balón, corrió en demasía y, en muchas ocasiones, se exasperó alzando los brazos a modo de lamento. Y es que el Espanyol tapó las bandas, por lo que Galletti y Savio se perdieron entre el rojo y negro que vestía el cuadro de Lotina, no dejó maniobrar a Movilla y, así, consiguió noquear por completo a su rival. Además, el conjunto de Lotina, apoyado con intensidad desde las gradas -cerca de dos mil aficionados se desplazaron a la capital aragonesa- sacó definitivamente los colores a un Zaragoza alicaído que mostró, en un mismo partido, todas sus debilidades y flaquezas. En cambio, el Espanyol salió fortalecido de un encuentro en el que jugó un magnífico primer tiempo, con mucha ambición, con Tamudo, Dani e Iván de la Peña dando carta de naturaleza a una idea ofensiva muy interesante y que, tras lograr el gol, hizo valer con una seguridad defensiva que le permite ser, junto al Barça, el equipo menos goleado del torneo.

Dani intenta arrebatarle un balón a Savio.
Dani intenta arrebatarle un balón a Savio.EFE

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