"En Álava tiene que visualizarse que el PSE lidera ya el constitucionalismo"
Juan Carlos Prieto (Vitoria, 1957) tiene muy claro que la asignatura pendiente del PP en Álava es aceptar que ha perdido el liderazgo del constitucionalismo. En plena batalla presupuestaria, Prieto emplaza al PP a que "abra los ojos" y asuma su nuevo papel para que Rabanera no sufra una lenta agonía al frente de la Diputación.
Pregunta. ¿Los alaveses van a tener presupuestos para 2005?
Respuesta. Lo que puedo decir es que el PP no está siendo capaz de reubicarse políticamente, ni en el Congreso de los Diputados, ni en la Juntas Generales de Álava. Mientras no lo hagan no van a salir del atasco.
P. ¿Quiere decir que Álava es la visualización práctica de que ha acabado ya la situación de excepcionalidad que justificó el entendimiento de PP y PSE en torno al constitucionalismo?
"El PP ha hinchado el Presupuesto pensando más en la prórroga que en los ciudadanos, en la lealtad y en el espacio constitucional"
"El problema es que el PP, además de estar ciego, no quiere ver que pierde espacio y que ya ha empezado a pagar cara su inadaptación"
R. No se ha acabado, pero se ha modificado. Las razones que llevaron al entendimiento entre el PP y el PSE, como la falta de libertad y el plan Ibarretxe, no han cambiado. Pero se ha alterado la relación de fuerzas dentro del constitucionalismo. En España ganó las elecciones José Luis Rodríguez Zapatero y en Euskadi los socialistas estamos en alza. A partir de ahí, en Álava lo que tiene que visualizarse es que el PSE lidera ya el constitucionalismo.
P. Da la impresión que la evolución y la resolución de la política alavesa está condicionada a los resultados de las autonómicas de mayo de 2005.
R. Las elecciones de 2005 son una gran paella con nuevos ingredientes, y eso hay que degustarlo y analizarlo con calma, desde la subida socialista elección tras elección, al declive del PP, al nuevo discurso de Batasuna, con todas las dudas que lógicamente genera, la evolución del plan Ibarretxe... Pero los resultados no debieran de ser determinantes. Lo determinante es que el PP tiene que reflexionar y aceptar que está a la baja, a la defensiva, que no están siendo leales con el constitucionalismo y que si están solos es porque quieren.
P. Esa argumentación podría acabar perfectamente con la advertencia de que el próximo verano podrían prensentar en las Juntas una moción contra Ramón Rabanera.
R. No hay que amenazar con la moción de censura. Si hay una reflexión y apoyos, hay que hacerla. Pero, de momento, los únicos que han hablado de moción de censura son el propio Rabanera, que la pide a diario, y el PNV. Nuestro objetivo es cambiar el escenario de confrontación política por otro de entendimiento.
P. ¿Es compatible un acuerdo de estabilidad en Álava con el PNV con la exigencia de retirada del plan Ibarretxe?
R. Desde un punto de vista estratégico, el acuerdo con el PNV solo puede atisbarse con al retirada del plan Ibarretxe. Que pierdan toda esperanza de trabajar en otro escenario político. A partir de ahí, todo acuerdo o entendimiento en Álava [con el PNV] serán acuerdos puntuales sobre políticas en las que estemos de acuerdo.
P. Ese es drama de Álava. Hay tantas condiciones sobre la mesa que es imposible crear una mayoría estable.
R. Imposible, no; pero sí es muy improbable. Con el PNV no se puede, si sigue con el plan Ibarretxe. Con el PP tampoco mientras siga empeñado en llevar al constitucionalismo a un callejón sin salida y al PSE a un reduccionismo inaceptable.
P. Entonces, ¿cuál es la solución?
R. Un escenario nuevo, sin confrontación; y eso sólo lo puede hacer el PSE. Tenemos la legítima pretensión de abrir los escenarios y convencer al nacionalismo democrático de que es necesaria una convivencia armónica. El PP ya tuvo su oportunidad y nos llevó al fracaso en las elecciones de 2001. Ahora, además, responden con deslealtad a la generosidad del PSE durante la pasada legislatura, cuando les apoyamos presupuestariamente en Álava y en Vitoria. Eso no se va a olvidar.
P. ¿Se refiere al acuerdo de inversiones en pueblos entre PNV y PP y al conflicto de competencias entre la Diputación y las Juntas de Álava?
R. Todo eso demuestra la falsedad e hipocresía con la que actúa el PP. A ese pacto secreto PNV-PP, vergonzante para ellos mismos, no nos llamaron. Pero, además, cuando les dijimos que lo apoyábamos, previa ampliación de las ayudas a varios pueblos más, dijeron que no.
P. ¿Nay algo más que política, quizás algo personal en el enfrentamiento entre el PP y el PSE en Álava?.
R. No hay nada personal. Hay juego con pasión, pero se queda todo en el campo. Además, yo no soy un funcionario de la política. Pero no hay ni problemas personales ni de interlocución, ese discurso es de Salsa Rosa. El problema es que la ausencia de posición política del PP les debilita más y más, en un declive permanente.
P. ¿Cree que quizás el PP prefiere ahorrarse la negociación y seguir con una segunda prórroga de los Presupuestos?
R. No seré yo quien lo diga, pero no paran de provocar. Nosotros les hemos propuesto un proyecto con partidas que suponen unos 41 millones de euros y que mejoran el proyecto del PP. Ellos han hinchado los números pensando más en la prórroga que en los ciudadanos, más en su beneficio que en reforzar el espacio constitucional.
P. A día de hoy, ¿apostaría porque va a haber un Presupuesto aprobado para 2005?
R. Con el proyecto del PSE, sí. Con el proyecto de Presupuestos del PP, no. El problema del PP es que, además de estar ciego, no quiere ver. No ve que pierde espacio, y no ve que nuestra oferta es mejor. No quiere ver que ya ha empezado a pagar cara su inadaptación.
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