ETA coloca cinco bombas en gasolineras y colapsa la Operación Salida de Madrid
Siete heridos leves en dos de las explosiones, anunciadas una hora antes al diario 'Gara'
Cinco bombas de escasa potencia estallaron ayer en otras tantas gasolineras situadas en las carreteras que parten de Madrid cuando éstas se encontraban repletas de ciudadanos que salían en sus vehículos para disfrutar del puente de la Constitución. Las explosiones se produjeron una hora después de que un comunicante anónimo anunciara en nombre de ETA al diario Gara, a eso de las 17.30, la colocación de los artefactos. La Policía y la Guardia Civil pudieron desalojar la zona. Esta reaparición de ETA en Madrid tras casi dos años de ausencia provocó un enorme caos circulatorio.
El diario Gara dio aviso inmediatamente a la Ertzaintza -que dio la alerta a Madrid- y, a las 17.40, publicó en su página web una información diciendo que a las seis y media de la tarde estallarían cinco artefactos en la "estación de servicio Repsol, en la A-5 (dirección Extremadura), al lado de la subestación eléctrica de la Casa de Campo; estación de servicio de la M-607 (Colmenar Viejo); estación de servicio de la A-3 (Valencia), campus de Vallecas; estación de servicio de la A-6 (Galicia), junto al Hipódromo; estación de servicio BP, de la A-42 (Toledo), kilómetro 6". Todas las citadas, menos la que pertenece a British Petroleum, son propiedad de Repsol-YPF.
Los servicios de emergencia sanitaria, bomberos, el Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Municipal de Madrid y la Guardia Civil salieron disparados a los puntos señalados para desalojar las zonas, atender a los eventuales heridos e intentar evitar que la explosión y un posible incendio posterior pudiera afectar a los tanques de combustible. Repsol informó a Servimedia de que logró cortar el suministro eléctrico en sus estaciones y aislar los tanques de combustible para evitar que volasen. El tráfico fue cortado en esas carreteras en ambas direcciones. El atasco fue monumental.
Cinco minutos de diferencia
Las bombas estallaron a la hora señalada, con una diferencia entre la primera y la última de cinco minutos. La de la A-5 reventó en el interior de una caseta y provocó cuatro heridos "muy leves", que fueron atendidos por el Samur y dados de alta allí mismo. Una persona más fue atropellada por un conductor que se asustó con el estallido. La de la carretera de Colmenar Viejo estaba semienterrada junto a un árbol y su estallido afectó a los tímpanos de dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que fueron trasladados al hospital Ramón y Cajal; en la A-3, el artefacto estaba escondido en unos matorrales; en la carretera de A Coruña, la bomba (un paquete de papel de unos cien gramos), estaba pegada a una valla, mientras en la de la vía que conduce a Toledo el artefacto hizo explosión en el interior de un contenedor.
Las fuerzas de seguridad han requisado las grabaciones de 20 cámaras de seguridad de las inmediaciones de las gasolineras para intentar identificar a los autores del ataque de ETA, que no atentaba en la capital desde que el 17 de diciembre de 2002 asesinó a tiros al guardia civil Antonio Molina Martín, cuando éste y su compañero (Juan Aguilar Osuna, que resultó herido en un brazo) interceptaron en Collado Villalba un coche cargado con 130 kilos de explosivo y conducido por dos etarras.
Luego la organización terrorista hizo dos intentonas: una para hacer estallar una bomba en un tren Intercity procedente de Irún (Guipúzcoa) en la estación de Chamartín y otra, el envío de una furgoneta bomba con 536 kilos de explosivo, que fue interceptada en Cañaveras (Cuenca).
El vicepresidente segundo de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, activó el nivel de emergencia 2, lo que supone que todos los efectivos del Gobierno regional estaban movilizados y se habían dispuesto las urgencias del hospital Clínico para atender en exclusiva a los posibles heridos.
Sin embargo, el problema mayor fue el colapso de tráfico que provocaron los estallidos, justo cuando decenas de miles de ciudadanos tomaban las carreteras para iniciar el largo puente que enlaza las festividades de la Constitución y la Inmaculada.
Las carreteras estuvieron cortadas durante casi dos horas, provocando un enorme caos circulatorio. La Dirección General de Tráfico pidió a los ciudadanos a través de los medios de comunicación que aplazaran su salida de vacaciones. La normalidad comenzó a reinstaurarse a partir de las 20.15.
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