Abordado en Cabo Verde un barco de Togo con 3.100 kilos de cocaína
Geos y aduaneros toman el 'White Sands' desde un patrullero
Un comando de policías de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) y de funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) abordó en la madrugada del miércoles en aguas próximas a Cabo Verde el pesquero White Sands, que transportaba hacia Galicia 3.100 kilos de cocaína. El abordaje fue lanzado desde el patrullero de la Armada Vigía, con base en Cádiz, después de meses de pesquisas.
La operación venía urdiéndose desde hacía varios meses por el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, de la que dependen los funcionarios del SVA, según han explicado fuentes de todos estos organismos. Los investigadores lograron determinar que, hace unas semanas, había zarpado de un punto no determinado del Caribe un buque cargado de cocaína, que los traficantes pretendían hacer llegar a Galicia para distribuir posteriormente la droga por varios países de Europa.
Los investigadores cuadraron en Madrid y Galicia, en el entorno de la ría de Arousa (Pontevedra), a otra media decena de personas que estaban a la espera de recibir el alijo. Cuando los tuvieron controlados, miembros de los GEO, el SVA y la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) embarcaron en la patrullera de altura de la Armada Vigía, con base en la Estación Naval de Puntales (Cádiz) y perteneciente a la Fuerza de Vigilancia de Ceuta (Fuviceuta)para interceptar el cargamento de cocaína.
El triángulo de la droga
Los agentes ya sabían que la droga había sido cargada en el pesquero White Sands, con bandera de conveniencia de Togo (África), que navegaba por el Atlántico, describiendo un rumbo en forma de arco en dirección a las islas de Cabo Verde. Esa zona es conocida desde viejo por los policías de estupefacientes españoles, puesto que en un triángulo de mar comprendido entre las citadas islas, Canarias y Madeira han interceptado este año una decena de barcos con un conjunto de más de 20 toneladas de cocaína.
El asalto fue lanzado en la noche del martes al miércoles desde un punto fuera del radar del pesquero, cuando éste se encontraba en aguas internacionales. El abordaje fue ejecutado por la amura de sotavento. En poco tiempo, el barco estaba totalmente controlado por los funcionarios españoles, que detuvieron a la totalidad de la tripulación, compuesta por cuatro españoles, cuatro guineanos y un camerunés.
El barco transportaba 106 fardos que contienen aproximadamente 3.100 kilos de cocaína de gran pureza. Ninguna de las fuentes consultadas ha precisado ni el lugar exacto de procedencia de la droga ni el sello que marcaba los fardos y que, inicialmente, permiten identificar al vendedor en origen.
Simultáneamente al asalto, la policía disparó en Madrid y Galicia un dispositivo para detener a quienes iban a ser los receptores de la droga que, previsiblemente, iba a ser bajada a tierra con lanchas fueraborda. Ya han sido detenidas tres personas en Galicia, donde han sido practicados otros tantos registros de las casas de quienes se supone que iban a esconder la droga hasta despacharla hacia el resto de Europa.
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