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Detenidos por corrupción cuatro árbitros portugueses

El presidente del Oporto, citado a declarar, se encuentra en el extranjero

Cuatro árbitros portugueses de Primera División y un empresario fueron detenidos ayer para ser interrogados por la Policía Judicial en el curso de la investigación que se sigue al presidente del Oporto, uno de los clubes más poderosos del país, por sospechas de corrupción. El máximo dirigente del actual campeón europeo, Nuno Pinto da Costa, fue citado a declarar, pero se encuentra en el extranjero.

Según la policía, Pinto da Costa "está localizado" e "informado" y se ha comprometido a regresar a Portugal para presentarse a las autoridades y responder "por supuesta práctica de corrupción en el deporte". Los detenidos están implicados en la contratación de algunos jugadores del Oporto. La policía no reveló su identidad.

Esta investigación es consecuencia del llamado "caso Silbato Dorado", abierto a finales de abril y que supuso la detención de 16 personas, entre ellas el Presidente de la Liga portuguesa, Valentim Loureiro, y la cúpula de su Consejo de Árbitros. Seis colegiados y los dirigentes del club de Gondomar, la ciudad periférica de Oporto, cuya alcaldía ostenta Loureiro, fueron también detenidos y acusados de varios delitos de corrupción.

Velentim Loureiro fue acusado de 23 delitos y tuvo que depositar 250.000 euros como fianza para eludir su entrada en prisión. La policía acusa a estas personas de formar una red que sobornaba árbitros para asegurar buenos resultados al Gondomar, equipo de Segunda División B con aspiraciones de ascenso. Los dirigentes del Consejo de Árbitros serían los encargados de designar a los arbitros adecuados para los partidos del Gondomar.

La policía informó el pasado mes de abril que las sospechas de corrupción en el fútbol portugués, sobre todo a nivel del arbitraje, se extendían también a algunos equipos de Primera División. La disputa de la Eurocopa 2004 en Portugal, el pasado verano, paralizó las investigaciones. Con la medida se pretendió evitar una mala imagen del país y de sus dirigentes futbolísticos.

Miembros de la policía se personaron ayer en la sede del Oporto y también en la residencia de su máximo dirigente, que ahora tendrá que responder de las sospechas de corrupción de que se le acusa.

La vida de Pinto de Costa, y sus actividades empresariales se mezclan con las del club que preside desde hace más de 20 años. En los últimos meses, el presidente del Oporto y el del Benfica de Lisboa, Luís Filipe Vieira, mantuvieron una guerra abierta. La chispa saltó al considerar el Benfica que fue perjudicado por la actuación de un árbitro en un partido contra el Oporto. Filipe Vieira se sumó así a la campaña del presidente del Sporting de Lisboa, Dias da Cunha, que por sistema reitera con una denuncia tras otra que los árbitros tienden a beneficiar el Oporto.

El equipo de Pinto da Costa, entrenado por el español Vítor Fernandez, es el actual lider de la Liga portuguesa.

Pinto da Costa, presidente del Oporto, en una conferencia de prensa.
Pinto da Costa, presidente del Oporto, en una conferencia de prensa.EPA

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