El Gobierno deja sin indemnización a los soldados inmigrantes heridos o muertos en conflictos

Los inmigrantes enrolados en las Fuerzas Armadas españolas y enviados a zonas de conflicto no tienen derecho a cobrar una indemnización en caso de que sean muertos o heridos en una misión, al contrario que sus compañeros españoles. Esta situación discriminatoria se deriva del real decreto-ley sobre indemnizaciones a los participantes en operaciones de paz y seguridad, que hoy será convalidado por el Pleno del Congreso y que reserva esas compensaciones a los españoles. Casi el 20% de los 500 paracaidistas enviados por España a Afganistán para proteger el proceso electoral eran extranjeros.

El pasado 11 de noviembre, EL PAÍS publicó unas declaraciones de Alicia Quiroga, viuda del croata Mirko Mikulcic, sorprendida de que su marido no apareciera en la lista de fallecidos en misiones de paz publicada en el BOE. Mikulcic fue contratado en España por Defensa y enviado como traductor a Bosnia-Herzegovina. El 22 de mayo de 1994, un blindado del Ejército español sufrió un accidente en Mostar en el que murieron Mikulcic y el sargento Fernando Casas Martín. Los herederos de Casas cobrarán 140.000 euros; la viuda de Mikulcic, nada.

En la memoria económica remitida al Congreso, junto al decreto-ley, se cita a Mikulcic entre los 102 fallecidos y 57 heridos militares o trabajadores de Defensa en misiones en el extranjero. El informe suma a las víctimas mortales a siete miembros de las Fuerzas de Seguridad, tres diplomáticos y siete periodistas: "119 fallecidos [de los que] 108 generarían derecho a indemnización. Los 10 restantes no, por haber generado ya la correspondiente a víctima del terrorismo".

Borrado de la lista

Pero la lista de fallecidos publicada el 10 de noviembre en el BOE no incluía a Mikulcic. El BOE ha rectificado por dos veces el listado, pero ninguna de las dos ha incluido al traductor croata. El mismo día en que se publicaron sus declaraciones su viuda recibió una llamada de Justo Zambrana, subsecretario del Ministerio de Defensa. Le explicó, según Quiroga, que su marido no podía beneficiarse del decreto por no ser español, pero le aseguró que se estaba buscando alguna fórmula para compensarle. EL PAÍS intentó recabar la versión de Zambrana sin éxito.

Pero si la viuda de Mikulcic no puede cobrar por no ser éste español tampoco pueden hacerlo los 1.051 inmigrantes enrolados en las Fuerzas Armadas (el 1% del total).

Esta medida se produce, además, en un momento en que Defensa quiere reclutar más extranjeros y llegar al 7% de la plantilla para paliar la falta de españoles.