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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Madrid se queda sin sus estrellas

Ante tanta confusión entre lo que viene interesando a los políticos y lo que nos interesa a los ciudadanos, sinceramente nunca llegaré a saber si era y será imprescindible tanto agujero en el suelo de Madrid, tanto túnel a troche y moche en sus entrañas, tanta M-40, 50, 60... En fin, ¡tantas emes juntas!

Pero de lo que sí estoy seguro es de que no era imprescindible, ni tan siquiera necesario, sustituir las inmensas estrellas luminosas que cada Navidad, restauradas y desde hace más de medio siglo, flanqueaban la entrada por la Puerta del Sol a las calles de Alcalá, Carretas, Mayor, Arenal... por unas impersonales, pequeñas, neutras y, desde mi punto de vista, horribles bolas de cestería.

¿Qué le han hecho al señor Ruiz-Gallardón aquellas robustas y duraderas estrellas de Madrid para cambiarlas por estas feas bolas de cestería pintada? Qué manía la de este alcalde, la de afear Madrid con una "modernidad" confundida y de metacrilato, probablemente siguiendo los consejos de alguna concejala de gobierno -como a ellos les gusta llamarse- hija de actriz ilustre, que, por más que algo de ello haya en cada ámbito, sigue confundiendo la vía pública con el teatro.

¿No tuvieron bastante con el engalanamiento -también con mucha cestería mojada- de la boda real?

¡En fin! Recuerdo que cuando mi querido padre -ya para siempre en otras estrellas- me llevaba hace muchas décadas a comprar las figuritas para el belén a la plaza Mayor, o cuando algunos días más tarde alzaba mis ojos -aún no curados de espanto- para ver a Gaspar en la noche mágica entrar triunfante por la calle de Alcalá, estaban ahí año tras año, con algunas bombillas fundidas pero espléndidas, "mis estrellas de Madrid".

Francamente, me pareció fulminante para Madrid el exceso de caspa del edil anterior, pero tampoco creo que le convenga la modernez a ultranza de éste.

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Parece que en las filas políticas a las que pertenecen ambos tienen serios problemas para distinguir entre la tradición y el progreso.

Yo, desde aquí, quiero animar a la ciudadanía a algo que ésta hacía antes con frecuencia: a reivindicar lo suyo. Si hace muchos años la petición del pueblo consiguió que en la Puerta del Sol cambiaran unas feas farolas -que los habitantes de Madrid bautizamos como "los supositorios"- por otras como las que habían quitado -última petición popular antes de este sopor que nos aqueja-, pidamos ahora a Alberto Ruiz-Gallardón que quite sus bolas y reponga nuestras estrellas. ¡Gracias a todos y todas los que lo pidáis.

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