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XIII CONGRESO REGIONAL DEL PARTIDO POPULAR

Gallardón advierte a Rajoy de que el PP no volverá al Gobierno "si se encierra en sí mismo"

"Me he quedado en minoría. Seré leal a la presidenta que habéis elegido", afirma el alcalde

"Abrimos una etapa nueva, la que habéis querido los militantes. Yo estoy donde queréis que esté: a lo que me diga el Comité Ejecutivo encabezado por Esperanza Aguirre. Me he quedado en minoría. Pero me comprometo a ser leal a partir de hoy a la presidenta que habéis votado". Las palabras de Alberto Ruiz-Gallardón cerraron ayer, en la segunda y última jornada del XIII congreso de los populares madrileños, el enfrentamiento desatado entre alcalde y presidenta hace dos meses. Al menos oficialmente, vuelven a trabajar juntos "por la unidad", porque "es necesario para ganar las elecciones" de 2007 y 2008. Eso sí, el PP, según Ruiz-Gallardón, nunca volverá al Gobierno "si se encierra en sí mismo".

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El semblante de Ruiz-Gallardón era ayer otro. Al gesto circunspecto y la actitud desafiante del pasado sábado le sucedió un renovado ánimo de colaboración y una facilidad para el aplauso que en la primera jornada de congreso negó expresamente al auditorio. El alcalde, que fue el primero en tomar la palabra, ofreció su apoyo a la recién elegida presidenta del PP madrileño y asumió su derrota en la pugna por el control del partido. Pero puso sus condiciones: para empezar, dejó caer, aunque no lo dijo, que él no había votado a favor de Aguirre. "La presidenta que habéis elegido", así se refirió a ella hasta en cinco ocasiones.

Para continuar, subrayó que con su apoyo a la nueva presidenta no está renunciando a su pequeña parcela de disidencia: "Yo comprometo hoy aquí mi lealtad a Esperanza, desde la convicción de que esa lealtad no es incompatible con la que toda persona debe a sus propias ideas, a sus convicciones y a las personas que en un determinado momento piensa que son los más idóneos para llevar adelante un proyecto político", dijo. Poco antes había explicado que esas personas idóneas, según él, son el hasta ahora presidente del partido, Pío García-Escudero y, en su defecto, el vicealcalde Manuel Cobo.

A este último quiso agradecerle especialmente su "generosidad con el partido" por haber accedido a encabezar la lista alternativa a Aguirre que Ruiz-Gallardón impulsó y que, ante el ínfimo respaldo recabado en las semanas previas al congreso, hubo de retirar. En este punto dirigió su mirada al presidente del PP, Mariano Rajoy, y afirmó: "Si algo me dolió cuando intentamos presentar un proyecto alternativo fue que alguien intentase decir que iba en contra de ti, Mariano. Te aseguro que no era así. El proyecto que tú defiendes, las ideas y la forma con que lo haces es lo que necesita este país", dijo. Al aplauso que siguió se sumaron todos los dirigentes populares menos Ángel Acebes, secretario general del PP, que permaneció serio y con la mirada fija en Ruiz-Gallardón. El pasado octubre, cuando el alcalde y su vicealcalde presentaron la candidatura alternativa a Aguirre, Acebes sugirió que eso era un intento de echar un pulso a la dirección del PP y advirtió: "Los personalismos no saldrán gratis".

El alcalde no hizo crítica al rumbo político tomado por el PP tras la derrota del 14 de marzo. "No es ése hoy mi papel. Hice un discurso político en el pasado congreso nacional [en el que pidió cierta autocrítica a sus compañeros por la derrota en las elecciones] y esas palabras siguen siendo las que habitan en mi pensamiento", señaló. Pero sí se permitió lanzar un consejo, que sonó a advertencia, a Mariano Rajoy. Ruiz-Gallardón se remontó a 1987, cuando él se presentó como candidato del PP en las elecciones autonómicas y perdió.

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"Con el carné en la boca"

El ahora alcalde equiparó aquel momento con el que vive ahora el PP, también recién salido de una derrota. Y explicó: "Entonces, este partido no se encerró en los despachos ni en sí mismo, nos abrimos a la sociedad. Y el resultado llegó en 1995: ganamos las elecciones y no gobernamos para el PP, sino para todos los madrileños. Defendimos nuestros principios, pero no hicimos lo que tanto habíamos criticado al PSOE: no pedimos a nadie que viniera con el carné en la boca como requisito para trabajar con nosotros. No practicamos jamás el sectarismo. Y Madrid fue referente para la victoria de José María Aznar en 1996". "Eso es lo que tenemos que hacer: tenemos que abrirnos a la sociedad, tenemos que abrir el partido", terminó.

Después hizo un encendido elogio a García-Escudero -quien, el pasado octubre, en medio de la batalla entre Ruiz-Gallardón y Aguirre por la presentación de dos candidaturas separadas al congreso, prefirió hacerse a un lado y no tomar partido-; reiteró su lealtad a la presidenta elegida supuestamente sin su voto -"A partir de hoy voy a estar con aquélla a la que ha elegido la mayoría: Esperanza Aguirre. Aquí no va a haber oposición sino unidad", dijo-. Y concluyó como había empezado: "Las cosas en política son como quiere la mayoría que sean".

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