Primera derrota de un oscuro líder

Se sabía de antemano que los magníficos resultados del Real Madrid no ocultaban lagunas puntuales en el juego del equipo de Maljkovic. Sea por la inexperiencia de algunos de sus jugadores -Gelabale o Hervelle- o por las características de algunos de sus líderes -Bennett, Sonko o Bullock- muy dados a dar rienda suelta a su inspiración, el Madrid es tan capaz de irse del partido como de engancharse de nuevo en un abrir y cerrar de ojos. A la tremenda. Sumando parciales, pongamos que de 0-15, para acto seguido darle la vuelta a la tortilla. En Girona se pasó todo el partido en la montaña rusa. Sus dos primeros cuartos fueron lamentables, especialmente el segundo. No le entraban los tiros y en el juego interior fue barrido por la pareja formada por Kevin Thompson y Julian. El pívot de Carolina del Norte se adueñó de la bombilla y se complementó de maravilla con el francés. Entre ambos anotaron 35 puntos y capturaron 20 rebotes. Con ellos, el Girona tenía medio trabajo hecho. El resto lo sacó adelante con una defensa en zona que se le atragantó al Madrid, con la producción ofensiva de Terrell Myers y la dirección, a veces alocada, pero desconcertante para su marcador, del base Lucas Victoriano.

El Madrid se fue al descanso con 15 puntos de déficit (47-32) y unas porcentajes paupérrimos. Tras el descanso, el Madrid salió a calentar a la pista cuatro minutos antes que el Girona. De la mano de Fotsis y Sonko, volvió a demostrar su camaleónico rendimiento. Llegó a situarse a sólo tres puntos (50-47). Bullock, fatal en el primer periodo, se entonó. Junto a Bennett, permitió que el Madrid le disputara un pulso final de lo más apretado al Girona. El marcador volvió a funcionar como un acordeón. Tan pronto parecía todo resuelto (84-73), como volvía a la carga el Madrid (90-87). Acabó perdiendo. Fue su primera derrota en la Liga, muy justa a la vista de su pobre estadística: 10 rebotes menos que el Girona, un 41% de acierto en el lanzamiento, con casi tantos aciertos de dos (14) como de tres (13). Muy poca cosa, pero estuvo a punto de remontar.