Eriksson alineó a Beckham por intereses económicos

Los diarios londinenses The Sunday Times y News of The World atribuían ayer a Sven-Göran Eriksson unas declaraciones en las que el seleccionador de Inglaterra se queja de que se vio obligado a alinear a Beckham ante España debido a un contrato de la federación inglesa (FA) con las cadenas de televisión BBC y Sky. Aunque ninguno de los periódicos aclara cuándo y a quién realizó esas declaraciones, ambos le atribuyen prácticamente las mismas palabras, reproducidas luego por otros medios.

El técnico sueco asegura que su intención era alinear de entrada al joven delantero del Manchester City Wright-Phillips en vez de a Beckham. Sin embargo, "sus manos estaban atadas por el contrato de la FA con Sky y la BBC, que requiere la presencia de los principales jugadores de Inglaterra en el equipo inicial", escribe The Sunday Times. El contrato, firmado en julio pasado, permite a la FA ingresar 300 millones de libras (428 millones de euros) en cuatro años y aliviar así una situación financiera más bien apurada, según la prensa local.

Eriksson quería aprovechar el partido del pasado día 17 en el Bernabéu para probar a una serie de jugadores jóvenes, como el extremo izquierdo del Middlesbrough Downing. ¿Por qué no lo hizo?, le preguntaron. "Hay un contrato de por medio", respondió. "Cuestión de dinero", aclaró.

El nórdico no parece molesto sólo por el hecho de que no pueda alinear a quién el quiera, sino porque, a su juicio, un partido amistoso en noviembre, sin ninguno oficial a la vista, sólo tiene sentido si sirve para probar nuevos jugadores, para inyectar sangre fresca a la selección.

"El amistoso jugado en agosto fue muy importante como preparación de los dos partidos de clasificación para el Mundial que jugamos en septiembre [ante Austria y Polonia] y el amistoso que jugaremos en febrero es necesario antes de los partidos también del Mundial en marzo [ante Irlanda del Norte y Azerbaiyán]. Es mucho más difícil ver la importancia de un amistoso en noviembre", ironiza Eriksson.

El partido ante España "fue una cuestión de dinero", insiste Eriksson, que ha guardado tan mal recuerdo de él que ha preferido no verlo de nuevo en el vídeo que suele guardar de todos los encuentros de Inglaterra. "No he tenido el valor de verlo de nuevo. La cinta está amontonando polvo en la estantería", confiesa.

El encuentro quedó marcado por los insultos racistas de parte del público del Bernabéu contra los jugadores negros de Inglaterra, pero también por el pésimo juego del equipo de Eriksson y la inusitada agresividad de algunos de sus jugadores, como Rooney y Gary Neville.