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Elorrieta afirma que no hay marcha atrás en el modelo de negociación de ELA

El informe de gestión fue aprobado con sólo un voto en contra y dos abstenciones

Pedro Gorospe

El secretario general de ELA, José Elorrieta, afirmó ayer ante los 736 delegados participantes en el 11º Congreso de la central mayoritaria en Euskadi, que el motor reivindicativo que ha generado una huelga cada 3,3 días en los últimos cuatro años, ni va a cambiar de marcha ni a bajar de revoluciones. "Que nadie piense que hay marcha atrás en el modelo de negociación colectiva", advirtió a quienes, desde fuera, sugerían que el congreso podía marcar un atemperamiento en la apuesta de la central por el enfrentamiento y a quienes, desde dentro, apreciaban en la renovación de la ejecutiva una corrección de la línea.

Elorrieta, que hoy será reelegido hasta 2008 y por última vez al frente de ELA presentó un informe de gestión -fue aprobado por el 99,6% de los delegados, con sólo un voto en contra y dos abstenciones - en el que resaltó los éxitos del modelo de sindicalismo de contrapoder y reivindicativo que practica. Consideró inevitables las 422 huelgas de empresa y 14 sectoriales protagonizadas en lo últimos cuatro años, y sostuvo que este sindicalismo de choque "es el único que se puede practicar en Euskadi" frente al "neoliberalismo imperante" y la "posición de explotación y abuso" de la patronal.

A la cita congresual, que se celebra en el Palacio Euskalduna, asistieron representantes de todos los sindicatos vascos y varios extranjeros, así como de los partidos, a excepción del PSE, que declinó la invitación, y el PP, que no fue invitado. Elorrieta subrayó en su balance que han conseguido un incremento salarial medio del 4,4% en los 458 convenios de empresa firmados en 2004, mientras que los acuerdos sectoriales "tienen una subida del 3,53%". ELA va a seguir primando los convenios de empresa sobre los de sector, como es su norma.

Su líder remarcó que la línea de dureza seguida es beneficiosa para los intereses del sindicato. "Los resultados nos están empujando hacia adelante", manifestó antes de precisar que ELA ya ha conseguido el 41% de representatividad en Euskadi y ha crecido un 16% en afiliación, hasta alcanzar los 104.695 cotizantes. En Navarra su representatividad es del 21% y en el sector del metal de Álava ha subido del 34% al 41%. En este territorio mantiene el conflicto más largo de Euskadi, el de la empresa alemana Pferd Ruggeberg, más conocida como Caballito, que supera ya el año.

Elorrieta apenas si dedicó 10 segundos a la crisis de su unidad de acción con LAB, sugiriendo que se ha debido a diferencias en la negociación sectorial y otro tanto a los "neoliberales del Gobierno vasco", para concluir que el único compromiso de ELA es "con los trabajadores de Euskal Herria".

La 'nueva mayoría'

La quiebra de la alianza con LAB cogió a ELA con el informe de gestión en la imprenta. Elorrieta tuvo que improvisar unas palabras y éstas fueron extremadamente breves y no demasiado claras. La crisis con la central que le ha dado la mayoría absoluta en organismos como el CRL y Hobetuz es, sin embargo, para Elorrieta la confirmación de que "el modelo de negociación [de ELA] es el correcto".

Curiosamente, LAB ratificó en su congreso de mayo pasado su apuesta por un "sindicalismo de confrontación" que le convirtiera en un "contrapoder", en sintonía con el enunciado de ELA.

A partir de esa ruptura, Elorrieta dijo que "ahora" está surgiendo otra mayoría sindical que " no es la mejor". Sin citarla, se refirió a la posibilidad de que LAB comience a firmar convenios con UGT y CCOO, un acercamiento que ha dado los primeros pasos en el recién firmado del sector de artes gráficas de Guipúzcoa. "Nos tendremos que adaptar. Hablaremos de convenios sectoriales y de empresa", indicó, sugiriendo que a partir de ahora esas negociaciones las abordará ELA en solitario.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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